El principio del éxito

Hace algo más de seis años, allá por 2003, inició su andadura un nuevo equipo de balonmano logroñés. El Ciudad de Logroño nacía con la intención de convertirse en un referente de este deporte en la comunidad. Dos de los miembros de aquella primera plantilla, Luismi Ascorbe (actual preparador físico del equipo) y Ramiro García Infante, recuerdan aquellos años con cariño.

- Echemos la mirada a 2003, ¿qué recuerdan de los inicios del equipo?

-Luismi. Me acuerdo mucho de los primeros días de entrenamientos en los que hubo una especie de 'draft' para elegir a unos cuantos jugadores riojanos. Entrenamos mucho.

- Ramiro. Yo recuerdo que el Palacio estaba casi vacío en nuestros primeros partidos y, ya en la primera fase de ascenso, acabó llenó hasta la bandera.

- ¿Cómo les convencieron para involucrarse en el proyecto?

- L. Me dijeron que era un proyecto serio a largo plazo. Me ilusionó mucho y, más aún, siendo un proyecto en Logroño. Sentí orgullo de poder participar en él.

- R. A mí me llamaron y me explicaron que, a largo plazo, se quería llegar a ASOBAL. No se desviaron nada.

- Incluso se llegó antes de lo esperado...

- L. Sí, se llegó muy rápido. De hecho, creo que es el club que ha logrado, en menos tiempo, subir tantas categorías.

- ¿Se acuerdan del debut ante el Pulpo de Zumaya?

- R. Sí, claro. Empate a 33, ¿no?

- L. Sí, a 33. Había poquísima gente. En el público había familiares, amigos y poco más. Lo bueno fue el contraste de aquel partido con cuatro gatos a los últimos en los que el Palacio estaba lleno.

- ¿Cuál creen que fue la clave para enganchar así al público?

- L. La lucha del equipo. En Logroño se ha valorado mucho que los jugadores se partan la cara por cada balón. El público se ha sentido identificado.

- R. Más que la lucha, creo que lo que ocurrió es que, en esa época, Logroño estaba un poco huérfano de deporte de nivel y, cuando la gente vio que se hacían las cosas bien, se enganchó. Además, ayudó también que fuéramos personas muy cercanas en el trato.

- Y el apoyo de la gente, ¿les ayudó a ir consiguiendo los objetivos?

- L. Por supuesto, ha habido partidos en todas las categorías en los que si no hubiera sido por el apoyo de la gente, no los habríamos sacado adelante.

- R. Fíjate si es importante que los equipos, cuando estábamos en la B, alucinaban con que el Pabellón estuviera lleno. Ha habido muchas veces que ha sido el público el que ha tirado del equipo en los momentos más difíciles.

- Ramiro, ¿siente envidia sana de que Luismi haya podido permanecer en el club hasta lo más alto?

- R. Envidia sana, sí. Luismi tomó un camino que se acercaba más a lo técnico y a mí me quedaban años de jugador...

- L. Es que soy más viejo (risas).

- R. Pese a no haber seguido, me siento partícipe del éxito. El equipo está arriba ahora porque nosotros jugamos antes en categorías inferiores.

- Y mirando al futuro, ¿cómo ven la eliminatoria del domingo?

- L. Si tuviéramos a todos bien físicamente, sería más fácil. Pese a eso, el resultado de la ida es bueno y, con el apoyo de la gente, podemos pasar.

- R. Yo lo veo difícil por las circunstancias del equipo, pero no imposible.