PABLO ÁLVAREZ
Martes, 13 de octubre 2009, 10:31
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El Naturhouse mira la liga desde muy arriba: desde la quinta plaza, algo que en la Asobal suele estar reservado a muy pocos. Eso, tras seis jornadas de competición, empieza a alimentar esperanzas. La más cercana es, evidentemente, la de la Copa: ¿es el torneo del KO una quimera para los franjivino, o es una posibilidad?
La Copa, pese a un intento el año pasado de cambiar su formato, se sigue disputando en su formato tradicional: la juegan los ocho primeros, o los siete primeros y el organizador. En este caso, la competición se juega en Antequera. Para clasificarse, pues, hay que ser séptimo u octavo. El año pasado, ese listón estuvo en los 17 puntos, y este año no andará muy lejos de esa cifra.
El Naturhouse tiene ahora mismo siete (exactamente los mismos que el año pasado a estas alturas, por cierto) y debe buscar, por tanto, alrededor de 10 puntos más en los 9 partidos que le quedan.
Calendario
El problema es que entre esos partidos hay mucha dinamita: casi todos los grandes, y muchos de ellos en el Palacio. «No hemos tenido suerte con el calendario en la primera vuelta», explica Jota. El Naturhouse tiene a muchos de los grandes (CAI, Ademar, Barça, Ciudad Real) en casa, y a muchos rivales de «su liga» fuera, lo que complica sus opciones tanto como las facilitará en la segunda vuelta. Pero hay más: Ciudad Real llegará a Logroño tras una de las pocas semanas en las que no jugará competición europea. Los mismo ocurrió con Valladolid. Y dos de los encuentros más comprometidos contra rivales de la clase media, los que le enfrentarán a Cuenca y Antequera, coinciden con las semanas de competición europea, con muchos viajes, muchos partidos y mucho cansancio. «Ojalá más adelante nos vaya favoreciendo, pero la verdad es que ahora mismo no nos favorece nada del calendario», suspira Jota.
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Hay además una semana tremenda: a partir del 28 de noviembre, un sábado (Ademar) un miércoles (Reyno de Navarra) y un sábado (Barça) de auténtico pavor.
Para el técnico, en fin, «la Copa no es un objetivo, pero sí una ilusión; y al final, con este calendario es muy difícil».
Mejor
Dos victorias seguidas suelen reforzar a los más optimistas; el equipo que parecía al borde del suicidio tras las derrotas ante Valladolid y CAI está ahora en la cresta de la montaña, y mirando el futuro con buena cara. «No es que entonces estuviéramos muy mal, ni tampoco ahora muy bien», admite Jota González, el entrenador de los riojanos. «Sigue habiendo cosas que hacemos mal, aunque hemos mejorado en defensa. Tenemos más posibilidades».
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Hay margen para mejorar, por ejemplo, en ataque. «Aún tenemos que jugar más espontáneo», explica Jota.
La Copa del Rey parece lejana, pues, para el equipo que ahora mismo es quinto de la liga. Pero no hay (casi) nada imposible.
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