Llega la sensación

El Lábaro Toledo la está liando. Desde el principio. Cuando, en la primera jornada de la liga, los naranjas pasaron literalmente por encima de todo un Reyno de Navarra San Antonio, la mayoría del balonmano español se llevó una sorpresa morrocotuda.

Y es que, en realidad, nadie esperaba demasiado de un equipo recién ascendido y con una plantilla atípica, llena de jugadores lituanos, entrenada por un lituano desconocido en las grandes ligas, con mucha novedad y mucha incógnita.

Ahora, cinco jornadas más tarde, el Toledo ya ha dejado de ser una sorpresa y se ha convertido en la sensación. Su juego alegre y acertado le ha colocado en una sexta plaza en la que nadie confiaba; inatacables en el pabellón Javier Lozano, los chicos de Astrauskas han estado a punto de mojar fuera de casa, y han cuajado muy buenas actuaciones contra equipos superiores.

Asentados

Y hoy llegan a un Palacio de los Deportes de Logroño que quiere comprobar si su equipo se ha asentado por fin esta temporada. No es que el arranque del Naturhouse haya sido malo, con cinco puntos tras cinco jornadas y en la séptima plaza antes de que se jugaran los partidos iniciales de esta jornada.

Pero el juego de los de Jota González ha enseñado ciertas inconsistencias que hacían que el Naturhouse alternara momentos de gran balonmano con ausencias descaradas del parqué. La victoria holgada (19-29) en casa del Cangas parecía enseñar que el equipo tomaba otro ritmo, pero siempre queda la duda de si la (poca) entidad del rival no facilitó el plácido partido. Hoy, nada de flojo rival: Toledo va a ser un rival muy duro para los de Jota González.

La buena noticia está en la enfermería. Que está vacía. González ya ha recuperado totalmente a los dos jugadores que llegaron tocados a Galicia, Pavel Bashkin y Miguel Ángel Velasco. El ruso, en especial, está siendo decisivo: 7 goles de media por partido le contemplan.