Adrián salta a la pista

Las divertidas tardes de invierno jugando al balonmano en Escolapios han pasado a la historia para Adrián Ferrer, el riojano que participa en la tercera edición del programa

Desde que el reality de Cuatro saltó a la pequeña pantalla por primera vez, este joven logroñés de 18 años, que desciende de Ribafrecha, ha encontrado en el baile su verdadera pasión. Un interés que le llevó a inscribirse hace un año y medio en el Estudio de Danza de Conchi Mateo, donde exprime todo su talento con clases de hip hop, streetdance, funky, flamenco y lírico.

Adrián tiene tan claro que su futuro camina tras los pasos de la danza que destina su sueldo de auxiliar de tienda en una conocida franquicia de pizzas durante los fines de semana a costearse las sesiones de aprendizaje.

Y parece que han dado fruto, puesto que en la primera oportunidad en que concurre a los castings de -en anteriores ediciones no pudo participar por ser menor de edad-, las puertas de la televisiva pista de baile se han abierto para el riojano.

«No esperaba entrar, se veía sin excesivas opciones ante tanta competencia. Pero el pasado día 30 nos llamó desde Madrid y nos dio la buena noticia», comenta exultante su padre, Diego, que ya se ha convertido en el admirador número uno de su hijo. Aunque asegura que a Adrián no le faltan fans. «Le han creado dos fotoblogs en los que jóvenes de toda España le envían mensajes de ánimo», apunta.

Aún no ha podido hablar con él desde que ingresó en la academia, pese a que durante unos días estuvo preocupado por las desavenencias que mantenía con su pareja de baile, Dafne. Esos pequeños roces no impedirán que Adrián pelee por alcanzar sus metas: «Perfeccionar su técnica en funky, el estilo que más le gusta, aprender mucho y alcanzar un buen nivel para, algún día, vivir de su arte, bien como bailarín o como profesor de baile», concreta Diego.

Sólo el tiempo dirá si Adrián llega tan lejos como la también riojana Raquel Mateo, ganadora por parejas de la segunda edición del concurso.