Sin resignarse

El Naturhouse empieza a visitar a los grandes de la liga. El primero es el Pevafersa Valladolid, tercero de la anterior Asobal, equipo de Champions, club y equipo en un momento dulce. La visita al Huerta del Rey es una experiencia siempre, por la afición y por los jugadores, pero para el Naturhouse lo es aún más.

Porque, en fin, dejando aparte al propio Valladolid, el equipo riojano es el más 'pucelano' de toda la liga. De allí son el técnico, Jota González, y dos de sus jugadores, Paco López e Ismael Juárez. Allí se hizo como central Miguel Ángel Velasco, y allí jugó hasta el año pasado el portero esloveno Gregor Lorger.

Es una visita muy dura: sobran dedos de una mano para contar los equipos que son capaces de mojar con regularidad en Pucela. El Naturhouse no está entre ellos, porque nunca ha sido capaz de puntuar allí. Aún así, el equipo de Juan Carlos Pastor no se le da mal al de Jota González: maestro y pupilo suelen protagonizar, junto con sus equipos, duelos de balonmano bonito y disputado.

Así pues, los riojanos viajan a Valladolid sin resignarse, aun sabiendo que sus opciones pasan por hacerlo casi perfecto y esperar a que el rival no tenga su día. Porque, recuerda Jota González, «es un equipo que está en un gran momento. Ganaron a Torrevieja de ocho, a pesar de sufrir 10 exclusiones, y luego arrasaron en Cuenca, que es un campo donde muy pocos van a ganar».

El año pasado el Valladolid-Naturhouse vio una de las primeras partes más bonitas de la liga, con dos equipos al ataque guiados por dos centrales en un momento dulce: Óscar Perales y Víctor Vigo. La casualidad ha querido, sin embargo, que hoy no esté en la cancha ninguno de los dos. Perales, por culpa de la fractura de un dedo de su pie derecho, que aún le tendrá fuera unos cuantos partidos. Vigo, por un esguince de tobillo que se produjo el lunes; esta semana de tres partidos no le ha dado tiempo a recuperarse para hoy, aunque es probable que sí esté el sábado contra el CAI Aragón.

¿Qué hace falta para ganar? Casi de todo, se diría, pero ante todo «no perder balones. Tienen un contraataque letal, sobre todo con Havard, y si no estás acertado en ataque te pueden fundir».