RAFA ELÍAS
Sábado, 5 de septiembre 2009, 02:21
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El Naturhouse tuvo el cuajo suficiente para ganar ayer al Anaitasuna en un partido sin brillo. Con Sorrentino, Bashkin y Paco López en la grada e Isaías y Ángel tocados, el panorama no era el mejor. Además enfrente estaba un equipo con buenos fundamentos y capacidad para 'soltar' la mano sin complejos. Por si fuera poco el Naturhouse no es que tuviera su mejor día, lo que sirvió a los pamplonicas para envalentonarse y no dejarse avasallar por el grande.
Sí hubo un atisbo de despegue durante la primera parte, pero los de Jota fallaban más de la cuenta. Además el Anaitasuna bajaba con velocidad y entorpecía la labor de un equipo al que le gusta correr, pero que ayer no pudo apenas hacerlo. Los navarros encaraban con osadía la defensa riojana, que tampoco terminó por imponer su ley. Visto lo visto, era lógico llegar al descanso con una diferencia de un sólo gol (12-13).
Tras el descanso el equipo se encontró un poco mejor. Sin acabar de tener fluidez, el balance del Naturhouse mejoró notablemente. A los siete minutos el Naturhouse adquirió una cómoda ventaja de cinco goles que supo administrar. Fue lo más aconsejable, ya que el Anaitasuna siguió practicando un juego muy agresivo y no convenía arriesgar. Vigo acabó con una brecha en la barbilla y Ángel Romero con un golpe en la rodilla derecha. Habrá que recuperarles para jugar la final de hoy (20.00) en el mismo escenario contra el Reyno de Navarra de Gedeón, Aguirrezabalaga y Belaustegi.
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