Delicias en miniatura

Tienen diez días para probarlos todos y sus amantes han comenzado fuerte para intentar catar todos y cada uno de los pinchos. Treinta y un establecimientos hosteleros participan en la IV edición de la Semana del Pincho, que comenzó el pasado viernes y se extenderá hasta el 6 de septiembre por las principales zonas de Haro.

En esta ocasión, los participantes han superado la calidad de años anteriores para ofrecer una amplia variedad de ingredientes y sabores. Así, en la zona de avenida de La Rioja, se puede probar un ravioli de calabacín, queso de cabra, mango y plátano en el Café Liceo, cojón de fraile con fritada ibérica en el Duke o bola de pollo con jamón y queso en El Nido.

Ya en la zona de la plaza de la Paz, el Bilibio ofrece un ovillito de gloria con verduritas y ternera, el Vega, delicia de boletus con salsa de tomate dulce, el Madrid, medallón de vieira sobre fritada de verdura y el Época, chipirón relleno de huerta y mar, entre otros.

Por fin en la Herradura, en el Pirolo se puede comer langostino en tempura de vermut, caramelo crujiente de ibérico en el Jarrero o calamar rebozado con frutos del mar en Los Berones. Así, hasta completar todos los bares y zonas.

En la noche del viernes y durante todo el sábado, los establecimientos recibieron a centenares de personas. Aunque la Semana del Pincho no es un concurso para premiar el mejor manjar, el público ya ha comenzado a elaborar su ranking particular y dar publicidad, con el boca a boca. Ya se sabe, en la variedad está el gusto.