

Secciones
Servicios
Destacamos
P. HIDALGO
Miércoles, 8 de julio 2009, 02:11
Las vueltas que da la vida. Quién le diría a Jaime Palacios hace medio siglo que a partir de la tradicional 'vuelta' de chorizo, su familia iba a gestar todo un imperio basado en la fabricación y venta de embutidos y precocinados.
Corría la década de los sesenta cuando el fundador del grupo que lleva su apellido abrió con su esposa, Dolores García, una carnicería en la calle Mayor de su pueblo natal, Albelda de Iregua. En el establecimiento dispensaban chorizos artesanos, jamones y distintos productos cárnicos que pronto lograron el favor de los vecinos.
Pero Jaime quiso ir más allá. Cuando sus tres hijos -Jaime, Javier y Ángel Pablo- contaban con una cierta edad, el cabeza de familia se enroló en la aventura de inaugurar una fábrica que asegurase el porvenir de sus vástagos.
Así, en 1983, el progenitor daba sus primeros pasos por unas instalaciones de 4.000 metros cuadrados en las afueras de la localidad que, a partir de ese momento, acogerían la producción de 'chorizo sarta', el germen del que brotó el emporio, bajo la denominación de Embutidos Palacios, S. A. Aquel año, la industria empleaba a 7 trabajadores, muy lejos de los 614 que contabilizó en septiembre del 2008.
Pronto la secuencia de acontecimientos que les llevarían al éxito adquirió un ritmo trepidante. En el 1997, el chorizo Palacios coronaba el mercado español en este segmento, al alcanzar el 21% de las ventas. Y en 1998, la industria se convertía en una de las cuatro empresas europeas autorizadas por los Estados Unidos para la comercialización de productos cárnicos en este país.
Aunque, sin duda, el gran despegue de la firma albeldense llegó en 1999 con la construcción de la primera planta para la producción de pizzas y la intuición de los tres hermanos herederos de que el camino del éxito partía de una apuesta por la diversificación.
Sólida base
De este modo, sobre la sólida base del 'chorizo sarta' y las pizzas se fue edificando el conglomerado que hoy es Palacios Alimentación. En el 2002 adquirían una división de tortilla española, en el 2003 lanzan las tartas congeladas, en el 2004 salieron al mercado sus platos preparados 'A fuego lento' y en el 2005 se puso en marcha la unidad de roscas. Entonces superaban ya los 500 trabajadores.
El círculo se completó en los últimos tres años con la compra de la empresa pastelera Delidor, la inmersión en el sector de la fabricación de pan con Extremiana y el lanzamiento de una gama de sándwiches y del chorizo bajo en grasa.
Algunos rasgos distintivos del grupo original han quedado por el camino. Lo que empezó como una firma familiar, en la que todos los operarios, naturales de Albelda, se conocían, se ha convertido en un gigante que ocupa a personal llegado de los municipios aledaños y de Logroño. Asimismo, los tres hermanos Palacios han dejado en manos de una directiva, encabezada por Pedro Domínguez, la gestión de la firma, mientras que ellos están presentes en el comité ejecutivo. También la omnipresente crisis ha hecho mella en Palacios. Los despidos y la no renovación de eventuales han reducido la cifra de trabajadores a 430. Además, se han cerrado las secciones de despieces y de roscas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.