Voces nuevas...

Los cinco nuevos jugadores del Naturhouse llegan a Logroño cada uno con sus motivos. Todos serán voces a las que habrá que irse acostumbrando.

Gregor Lorger, por ejemplo, ha tomado una decisión difícil para un deportista: decirle no a un grande para ir a un equipo más pequeño. Pero él tiene claro lo que quiere: minutos. «Espero tener más confianza que la que he tenido en Valladolid», afirma. Eso, a pesar de saber que en Logroño está Gurutz Aginagalde, jugador muy consolidado. «Es muy buen portero. Yo prefiero los clubes que tienen dos buenos porteros. La Asobal es larga y dura; hay tiempo para todos».

Larga y dura para todos, pero más para algunos. A 'Shasha' Tioumentsev, por ejemplo, los últimos años le han costado muchos disgustos, en clubes en principio muy serios (Bidasoa y Almería) que sin embargo se hundieron deportiva y económicamente. «Sé que aquí se están haciendo las cosas muy bien», afirma. Aunque haya dos (o tres) centrales más en el equipo, 'Shasha' asegura que «ése es el menor de mis problemas. Necesito saber que puedo estar tranquilo, y pensar sólo en jugar y mejorar».

Vidas paralelas: Unai Arrieta coincidió con Tioumentsev en aquel malogrado Bidasoa, y este año ha vuelto a tener problemas económicos, pero en Arrate. Una temporada «muy complicada, hemos sufrido deportiva y económicamente, tras muchos meses sin cobrar». Ahora, explica, sólo quiere «volver a disfrutar del balonmano en Logroño».

Posibilidad

Motivación muy distinta es la de Alfredo Sorrentino, que viene del CAI Aragón, otro equipo de campanillas. Su decisión fue repentina, tras una oferta que llevaba sobre la mesa varios meses. «Me decidí porque estaba pasando el tiempo, y en Zaragoza no tenía nada claro, no me decían que sí ni que no». Y no quería perder «la posibilidad de Logroño. La posibilidad de volver a jugar la EHF me ha hecho decidirme».

Quien no se lo pensó mucho fue el joven Ismael Juárez, llegado de la B. Lo suyo es pura ilusión: «Me gustaría que la temporada empezara ya». Por cierto, el día 30 estará en casa, Valladolid: «En el Pisuerga, animando a muerte al Valladolid». Por puro interés: Juárez puede ser europeo. Y el Naturhouse también.