En pleno esfuerzo

El Naturhouse no había tenido hasta el momento mala suerte con las lesiones. El mismo equipo que el año pasado era un catálogo de dolencias se mantenía este año más o menos ajeno a los grandes problemas. Hasta el sábado, cuando en Antequera Miguel Ángel Velasco cayó (literalmente) lesionado y sufrió una fuerte luxación en el codo izquierdo.

La lesión, con ser mala, no es lo peor. En el propio hospital de Antequera se inmovilizó el brazo izquierdo y se hizo un primer diagnóstico que la resonancia magnética confirmó ayer: Velasco tiene rotos unos ligamento del codo -los colaterales cubitales- y sufre las «típicas lesiones que vienen con una luxación», según explicaba el médico del club, el doctor Pedro Terreros. Dicho llanamente: el codo se sale de su sitio, y se lleva todo lo que está pegado a él.

De todos modos, sin ser nada bueno, al menos no es lo peor. En principio Velasco no necesitará ser operado, aunque tendrá que estar un periodo de entre 3 y 4 semanas inmovilizado. Luego habrá que empezar la rehabilitación, siempre con vistas a la temporada que viene. «No tiene sentido hacer un esprint para que pudiera llegar renqueando al último partido», explicaba Terreros. «Que se recupere bien para la próxima temporada».

Esquema de juego

Mientras tanto, eso sí, la lesión de Velasco supone un importante contratiempo para el equipo. «Se rompe algo el esquema de juego del equipo», reconocía ayer Jota González, el técnico del Naturhouse. Primero, porque se pierden rotaciones en un puesto clave, como es el central, «en un momento en el que vienen muchos partidos seguidos».

El catalán Marc Amargant, el auténtico comodín de esta plantilla, deberá asumir ahora más responsabilidad en el centro del ataque, pero eso supone que no podrá jugar tantos minutos en el lateral izquierdo. Amargant requerirá más descanso, con lo que probablemente se perderá velocidad en las transiciones entre el ataque y la defensa, una seña de identidad de este equipo.