Menos 'chapuzas' y más bricolaje

«El que puede y sabe, se lo hace; y si no queda más remedio, te llaman». Javier Lacalle pone voz a todos aquellos profesionales de la fontanería que sobreviven a la crisis a duras penas. Con la obra nueva casi paralizada, los sectores relacionados con el ladrillo -fontaneros, electricistas, pintores y empresas de servicios en general- intentan buscar refugio en las reformas con dispar fortuna. La situación dista mucho de su mejor momento y hasta el negocio de las 'chapuzas' se está viendo resentido ante el repunte -forzoso- del bricolaje. El 'hágaselo usted mismo' parece imponerse ante la necesidad de dar un respiro al bolsillo.

«Ahora que no se compran casas, la gente se conforma con rehabilitarlas. El problema es que incluso les cuesta meterse en grandes reformas y van tirando con arreglar lo justo». Gonzalo Moreno, de Fontanería Arco, considera que posiblemente se demanden más 'chapuzas' que antes, si bien son más los que ofrecen tales servicios y menos las ganas de gastar dinero. «Los que antes te avisaban para cambiar un grifo, ahora intentan arreglarlo», sentencia Moreno.

«Las cosas no están boyantes para nadie: la gente tiene miedo a meterse en obras grandes, cada vez son más reacios a las reformas y ello quizá sí que esté repercutiendo en que haya más variedad de chapuzas caseras», expone Javier Lacalle, de Tecnogás, empresa de fontanería, calefacción y gas, especializada en reformas en general.

«Ya nadie duda de que la caída es global... Ni obra nueva, ni reformas, ni nada de nada», concluyen desde Miguel Ángel Garrido, sociedad logroñesa de construcción.

«Todo está sensiblemente más parado», constatan desde García Moreno Electricidad. Y es que los electricistas también forman parte de la devaluada moneda.

¿Intrusismo?

«Yo diría que ni chapuzas ni lo que no son chapuzas», se queja Félix Fuertes. Toda una vida en el sector y es precisamente ahora, con 63 años, cuando los impagos se lo están poniendo más difícil. «Adelantamos dinero y material y no siempre lo recuperamos», lamenta. Además, explica Fuertes, la crisis ha provocado el intrusismo en el sector. «Hay quien está tirando el precio de las chapuzas y contra esos, que no pagan impuestos, no podemos competir», apunta.

Al igual que fontaneros y electricistas, el parón de la construcción también ha puesto a los pintores entre la espada y la pared. «Desde luego que donde más se nota es en la obra nueva, pero también nos preocupa que las reformas, ahora, también están cayendo», señalan desde Garrobo Hermanos. «Todo se ha visto resentido pero, de momento, aguantamos», intentan lanzar un mensaje de cierto optimismo pese al negro panorama que se vislumbra.

«Estamos muy flojitos... vamos tirando con cosas de poco», añaden desde el sector de las pinturas en Calahorra. «Ni siquiera te piden presupuestos como antes», aseveran desde Pintura y Decoración Bastida.

Ofertas y 'ganchos'

Es en coyunturas como la constatada por unos y por otros donde sorprenden reclamos como los que, desde hace días, se pueden ver en los limpiaparabrisas de los vehículos de la capital. Consciente de que la ciudadanía cada vez tiene más problemas para llegar a fin de mes y afrontar gastos extraordinarios, Nelson Fernández, autónomo portugués afincado en La Rioja desde hace años, ofrece sus servicios en fontanería, calefacción, gas y saneamiento en general bajo el gancho de «los presupuestos más bajos del mercado». Asentado en Cenicero, 'Porturioja' se ha lanzado a la búsqueda del cliente con una novedosa fórmula... descuentos de hasta el 50% para jubilados y parados, algo más ambicioso incluso que la campaña anunciada por Telefónica.

«El día a día está complicado para todos y todo lo que sea facilitar las cosas es beneficioso tanto para el empresario como para el cliente», precisa. «Se trata de reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos», asegura.