Un Carnaval riojano y cosmopolita

Zumarrachos de Torremuña, Zumarraqueros de Larriba de Cameros, 'revestidos' de San Vicente de Robres..., así hasta más de una veintena de personajes del Carnaval tradicional riojano. Disfraces recuperados a lo largo de la última década por la Asociación de Amigos de Enciso y que fueron los encargados de abrir el desfile. Los cuernos de cabra se mezclaron con cencerros, gorros puntiagudos o calderos de ceniza. Atuendos que recordaron otra época, más austera en medios, pero igual de imaginativa.

La prensa escrita disfrutó de un llamativo hueco entre los participantes. Una de las comparsas quiso rendir homenaje a los 120 años de Diario LA RIOJA confeccionando vestidos de época con ejemplares del periódico.

Pero el Carnaval de la capital también rompió fronteras. Los aires brasileños extendieron su alegría por las calles de Logroño de la mano de la Asociación Cultural Capoeira de La Rioja. Los colectivos de inmigrantes con presencia en la capital aprovecharon la ocasión para dar a conocer la bonanzas de sus países de origen. Así, los ecuatorianos hicieron referencia a su carácter multiétnico y pluricultural con sus trajes coloristas, mientas que los peruanos recordaron su selva.

Venecia también sirvió de inspiración a dos comparsas. El Centro Joven El Tacón y El Cubo buscaron refugió en las góndolas y mascaras venecianas. Una amplia comitiva que estuvo escoltada por numerosos logroñeses a lo largo de todo el trayecto.