Un juez obliga a un colegio público de Valladolid a retirar los crucifijos de sus aulas

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Valladolid ha dictado una sentencia que obliga al colegio público Macías Picavea a retirar los crucifijos de sus aulas, después de que un grupo de padres lo demandara en 2005.

El juez destaca que el mantenimiento de los símbolos religiosos en este centro conculcaría «derechos fundamentales» consagrados en la Constitución.

Al parecer, se trata de la primera sentencia que entra en el fondo de la cuestión reivindicada por la Asociación Escuela Laica de Valladolid, cuyo portavoz, Fernando Pastor, mostró su «alegría inmensa» por «un triunfo de la higiene democrática» frente a una realidad «de otro tiempo, preconstitucional, basada en el nacional-catolicismo».

Esta asociación presentó un recurso contra el acuerdo del Consejo Escolar del Macías Picavea del 17 de marzo de 2008, que se decantó por mantener los símbolos religiosos en el centro.

La sentencia alude a la jurisprudencia del Constitucional, que recuerda que «el Estado se prohíbe a sí mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto de actos o de actitudes de signo religioso».

«Especialmente sensible»

El juez subraya que en el ámbito educativo el tema de la libertad religiosa es «especialmente sensible» porque «en la fase de formación de la personalidad de los jóvenes la enseñanza influye decisivamente en su futuro comportamiento respecto de creencias e inclinaciones».

Aunque el juez reconoce que la presencia de estos símbolos no puede considerarse enseñanza católica ni proselitismo, puntualiza que su permanencia «vulnera los derechos fundamentales».

«La aconfesionalidad implica una visión más exigente de la libertad religiosa, pues implica la neutralidad del Estado frente a las distintas confesiones y, más en general, ante el hecho religioso. Nadie puede sentir que, por motivos religiosos, el Estado le es más o menos próximo que a sus conciudadanos», resume la sentencia.