Carta abierta a Arturo Calvo Espiga

Yo sólo soy Manolo, el de Viloria. Quiero empezar esta carta, diciéndole que en su replica aparecida (no se cuando la escribió) en LA RIOJA el uno de junio del presente año, a mi entender, claro que tal vez esté equivocado, advierto una velada amenaza, repito, que igual son imaginaciones mías, cuando usted dice «no interprete mi silencio de catorce años como un simple 'quien calla, otorga' y que, al menos de ahora en adelante, cuando escriba sobre Santo Domingo de la Calzada tenga a bien olvidarse de mi nombre y de mi trabajo». Esto precedido de sus títulos acongoja un poco.

Por suerte, en España existe libertad de expresión; claro que cada uno responderá de lo que diga o escriba, pero de ahí a que me diga de lo que tengo que olvidarme o no...

En la carta inicial publicada en LA RIOJA el día 13 de mayo de 1994, pone que el artículo fue publicado el día 27 de abril, no que usted lo dijera ese día.

En cuanto a su cargo, ni lo sabía ni me importaba. Yo me limité a citar lo que estaba escrito en el periódico, y si era incorrecto no es a mí a quien tiene que culpar.

Lo que yo demostré y desmonté en mi escrito es que los autores citados en esa carta no eran de fiar, y expuse mis argumentos para ello. Si el escrito coincide o no con sus palabras o sus opiniones no es cosa mía pero, señor Calvo Espiga, si después de catorce años no ha pedido una rectificación, debo entender que quien calla otorga.

Yo no soy historiador ni nada que se le parezca, pero lo que escribo lo consigo dedicando muchas horas a documentarme, y procuro guardar la documentación si es posible, y lo que no entiendo es que las únicas personas de las proximidades (que yo sepa) que ponen en duda el origen de Santo Domingo, sean dos autoridades eclesiásticas de la ciudad de Santo Domingo de la Calzada.

Yo no aseguro ni aseguraré nunca que Santo Domingo nació en Viloria: hasta ahí ya llego. Pero quien diga lo contrario ha de tener argumentos para rebatir toda la documentación, las tradiciones y las costumbres que desde hace siglos otorgan a Viloria de Rioja ser la localidad donde nació Santo Domingo de la Calzada.

No se puede decir que alguien dice o ha dicho, no se puede decir que nació cerca de Viloria, no se puede decir que nació en la comarca, como dicen otros desde Santo Domingo. Quien tenga pruebas de que no nació en Viloria que lo demuestre y yo seré el primero en felicitarle, que no por eso perdería mi admiración hacia la persona de Domingo García y, en caso contrario, que cuide sus palabras, porque si no demostraría que sus intenciones están iluminadas por la ambición y no por la historia.

En el año 1483 murió María de Vergara, hermana de Pedro Vergara, canónigo y fiscal de la santa inquisición de Burgos. El año 1515, su marido D. Diego Ruiz, hijo mayor de D. Juan Ruiz de Belorado, alguacil y notario del santo oficio de la santa inquisición también falleció en su casa de Viloria de Rioja; ambos están enterrados en la capilla que poseían en la iglesia de esta localidad.

D. Francisco Ruiz de Vergara y Álava, catedrático de instituto, código y volumen, fiscal del Real Consejo de Órdenes y consejero del Consejo Supremo de Castilla, entre otros muchos cargos, donó en el año 1624 el retablo e imagen de Santo Domingo de la Calzada actuales, para adornar la capilla dedicada al mismo porque la anterior estaba muy deteriorada.

Teniendo en cuenta que Domingo murió en el año 1109, el que exista una capilla dedicada a él en Viloria de Rioja tan pronto puede ser buena pista ¿no?