Nieva de Cameros rearma a Santiago

Nieva de Cameros se vistió ayer de Fuenteovejuna. En este caso el misterio no era quién había matado al comendador, sino quién había devuelto la espada a la imagen de Santiago, desarmada por el párroco de la localidad, José Luis Fernández, el pasado 25 de julio como símbolo de rechazo a la violencia.

Antes de la misa dominical, un vecino de la localidad entró en la iglesia de San Martín y volvió a colocar la espada en la mano del apostol, que había pasado los últimos 40 días con el filo del estoque bajo los cascos de su caballo. El cura, que percibió el rearme del santo, ofició la Eucaristía con total normalidad.

Fue inmediatamente después de la celebración cuando una representación de vecinos dialogó con el párroco para hacerle ver la vinculación de los neveros con la imagen de su patrón blandiendo la espada y la necesidad de mantener las tradiciones.

Ante la petición popular y con la intención de acabar con las polémicas después de un mes caliente, el sacerdote optó por permitir que el apostol retomase su espada, en una imagen de la iconografía cristiana que se remonta a la mítica batalla de Clavijo.

El sacerdote José Luis Fernández había desmontado el filo de la espada para la homilía del día de Santiago. La intención de Fernández era llevar a cabo «un símbolo de aplastar la violencia». Durante la misa del pasado 25 de julio, incluso, muchos vecinos aplaudieron el gesto de atar con un pañuelo de fiestas el acero a los pies del caballo.

Sin embargo, otro sector de la población, por lo visto ayer mayoritario, apeló a la tradición más inveterada para rearmar al patrón de la localidad camerana. «Todo se ha llevado a cabo con normalidad. Se ha dialogado con el párroco, se le ha hecho ver que éramos mayoría y ha accedido», explica una vecina.

De esta forma, Santiago volverá a blandir su hierro y recuperará esa imagen de 'matamoros' que el párroco había intentado suavizar. Así lo manda la leyenda y también el pueblo de Nieva.