

Secciones
Servicios
Destacamos
J. G.. PEÑA PEKÍN
Miércoles, 13 de agosto 2008, 02:25
Los combates de Kevin de la Nieve, el único boxeador español en Pekín, no se los pierde Cayetano Martínez de Irujo Fitz-James Stuart y Silva, cuarto hijo varón de la duquesa de Alba. Los dos, el emigrante dominicano y el aristócrata, tienen el mismo entrenador sobre el ring: José Manuel Berdonce, el 'Tigre de Tetuán'.
De eso no se enteraron ni los paparazzi. Nunca pasan por la parroquia del barrio madrileño de Altagracia. Allí no hay 'glamour'. Gente corriente. Por eso, las cámaras indiscretas no vieron una mañana a la duquesa y a su hijo apadrinando al tercer bebé de un boxeador retirado. Cayetano empezó en la hípica; Berdonce, en la calle. «Había que ganarse el respeto a puñetazos». Esa escuela. No hubo otra. Su padre también había sido boxeador. De guante a guante. Murió pronto, a los 50 años, de un derrame cerebral. Eso asusta. Tantos golpes. El 'Tigre' también fue padre pronto: a los 18 años. Boxeador, albañil, barrendero. Lo que sea para llevar comida a casa.
«Cuando vi la primera vez la película 'Rocky' me pareció una versión de mi vida». A golpes. A Silvester Stallone le da por ponerle una pajarería a su mujer. Berdonce le puso una peluquería. Lo mismo. Dinero a tortas. Llegó a ser nueve veces campeón de España de superligeros. Y campeón del mundo hispano. Y se quedó a las puertas del Mundial absoluto. Su frustración. Pero es que no le aguantaron las manos. La izquierda, la suya, se le astilló. El último combate lo hizo sólo con la derecha. La otra, suturada en 4 intervenciones quirúrgicas, ya no le servía. Sólo para despedirse.
Berdonce, cuello de toro, armado de espaldas, fajador. De Tetuán y, de repente, sin manos. Tuvo que colgar los guantes. No tenía con qué llenarlos. Pero no se bajó del ring. Tenía una profesión, su vocación. A entrenar. Nada de ser otro crápula del ring. Como tantos otros. Esos que repitieron el estribillo de su final trágico. Tantos boxeadores caídos en la red que atrapó, por ejemplo, a Nando Ramos, fallecido hace nada. «Lo invierto todo en mujeres y vino. Sólo malgasto lo que me sobra», dijo el genio Ramos. Berdonce ahorró. Y ahora enseña. Al hijo de la duquesa, a Alejandro Blanco (presidente del Comité Olímpico Internacional) y a Kevin de la Nieve, el boxeador español de estos Juegos, el heredero lejano de Rafa Lozano, doble medallista olímpico.
La de Kevin es otra historia de boxeo. De emigración desde Santo Domingo. Primero vino una tía. Luego, sus padres. Al final, él. A Madrid. «Aquí hacía frío». Y nadie jugaba a lo suyo, el béisbol. Pero sí al baloncesto. Claro que con 1,63 metros y 48 kilos... Ya al calor de Huelva, un amigo le habló del gimnasio. Es perezoso, chico de sofá. Pero por amistad se calzó los guantes. Entonces se vio su velocidad. Finta, cintura y látigo. Reptil de ébano. Su primer combate lo ganó ante un joven gitano. «En casa temían que hubiera represalias, pero qué va. Ahora es uno de mis mejores amigos», recuerda.
Enseguida se hizo campeón de España, un país que ha perdido sus guantes, su boxeo. Por eso, Kevin, chico negro de apellido blanco, tiene que ir cada poco a La Habana en busca de rivales para fajarse. Es el noveno del ránking mundial y aspira al diploma olímpico. «Aunque no hay que descartar nada. Depende de los cruces», dice mientras no deja de moverse. Balanceándose, como en un combate perpétuo. Y siempre con su sonrisa de porcelana.»Nunca me he peleado en la calle», aclara.
Parece pícaro. «Con el primer dinero que tenga me compraré un piso», anuncia. Le llaman 'dandy' y 'pumita'. Sabe de dónde viene. «Si no hubiera sido boxeador, sería obrero». Como cocinera es su madre en Huelva. De la Nieve admira a Messi y su ídolo, como el de su técnico Berdonce, es Rocky Balboa. Ha visto todas sus películas. Todas las de boxeo. «Se parece a José Legra. Es hábil», le define el 'Tigre de Tetuán'. Ahora, las de Kevin son sus manos. Con ellas, los dos tocan hoy los Juegos frente a Yánez. Como antes hizo Lozano, el 'balita'; o Rodríguez Cal, el primer medallista español; asturiano, zurdo y de peso minimosca, como De la Nieve. El chico que comparte entrenador con la casa de Alba.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.