«Las obras de arte de verdad son difíciles de entender»

Al descubrir la placa conmemorativa de la escultura que donó a las víctimas del terrorismo, Agustín Ibarrola fue abrazado por las autoridades presentes. Tras fotografiarse con los familiares de los asesinados por ETA, explicó que «poniendo la máxima esperanza en la libertad y el entendimiento entre los ciudadanos» se puede derrotar al terrorismo.

Con respecto a su escultura, comentó que las obras de arte «no son fáciles de entender». En concreto, indicó que en su obra existen contenidos estéticos de vanguardia. «No se entienden de manera popular los grandes contenidos de las obras de arte, pero es que tampoco se entiende los de Goya o Velázquez», incidió el artista. «La gente cree que entiende sólo con reconocer que tienen un gran nombre, pero las obras de arte de verdad son difíciles de entender». En este sentido, aclaró que «no quiere decir que no estén hechas para todos los ciudadanos».

Ibarrola enfatizó que la obra no podía tener otro escenario que El Espolón porque «nació aquí», caminando con Fernando San Martín. «Y fui viendo todo lo que era posible a partir de este lugar y no de otra parte de El Espolón o de la ciudad», aclaró.

Preguntado sobre la función que debe cumplir la escultura, el artista fue directo y contundente: «La que empieza a cumplir hoy mismo. Hay ciudadanos muy diversos que han estado acompañando a las víctimas». También, explicó que desearía que los artistas más importantes sean los que hagan los futuros monumentos para las víctimas, porque la «comprensión, la credibilidad de los autores de prestigio, va a ayudar a que se entienda y se tienda ese puente entre el ciudadano que sabe o no de arte y el arte que expresa lo que son y desean las víctimas».

Ibarrola dijo, con sentido del humor, que a la obra ya le han puesto varios nombres los ciudadanos durante estos días. «Quien bautiza a las esculturas es el mundo popular y, además, con muchos nombres», comentó sonriente. Para finalizar, explicó que su monumento es irresistible «porque debe quedar como memoria de lo que no hay que hacer ni permitir que otros hagan».