La situación del edificio de Correos impide alojar las 200 pinturas de Gerstenmaier

No pudo ser. El edificio de Correos en la plaza de San Agustín no albergará la colección de pintura del magnate alemán Rudolf Gerstenmaier, quien ofreció a la Consejería de Cultura la posibilidad de que La Rioja albergará sus cuadros siempre y cuando pudiera habilitarse un museo en el céntrico inmueble del Casco Antiguo de Logroño. Sin embargo, según ha podido saber este diario, la propuesta ha resultado finalmente inviable debido a la condición temporal requerida por el empresario, quien transmitió el lunes al Gobierno riojano su interés en que el edificio que acoja sus más de 200 cuadros esté disponible en un plazo no superior a quince meses.

Gerstenmaier visitó el lunes el emplazamiento en compañía de su representante, Francisco Fernández Pardo, y de responsables de la Consejería de Cultura, y se entrevistó también con el presidente riojano Pedro Sanz. Aunque el mecenas se mostró satisfecho con la disposición mostrada por parte del Ejecutivo regional, los inconvenientes derivados de la titularidad y la obra en el edificio, con un litigio judicial de por medio, impiden cumplir con el requisito de disponer de una sede para la colección artística en un periodo de 15 meses. «Entre poner a todos de acuerdo, redactar un proyecto museístico y rehabilitar el edificio para su nuevo uso se necesitarían varios años, no meses», afirmó ayer el director general de Cultura, Javier García Turza.

El responsable de Cultura reiteró los compromisos asumidos por el Gobierno riojano en relación a esta propuesta, que pasaban por hacerse cargo del acondicionamiento del inmueble como museo, su mantenimiento y la programación museística. Asimismo, mencionó las gestiones realizadas también desde su Consejería y la Delegación del Gobierno con Ejecutivo central (titular del inmueble) en un intento de conseguir que el edificio, destinado a oficinas de Correos, pudiera cambiar de uso para acoger las pinturas.

Todo en un plazo récord de mes y medio que al final no ha podido dar los frutos buscados. Al final, las pinturas se radicarán en otra de las ciudades candidatas que, según anunció Fernández Prado, se disputan la colección.