Un lujo fuera de lugar

Distintos artistas y galeristas de la región coinciden, al igual que muchos ciudadanos de a pie, en que la escultura que Ibarrola dedica a las víctimas del terrorismo no ha encontrado el mejor emplazamiento en una de las entradas al Espolón. Esta ubicación -argumenta la mayoría- hace un flaco favor tanto al céntrico paseo logroñés, al que se resta visión y se interrumpe la perspectiva, como a la propia escultura, cuyas dimensiones piden aire a su alrededor y distancia para apreciarse en toda su grandeza. La valoración estética ya es cosa personal, si bien el honor de contar con una obra de Ibarrola en la capital parece indiscutible.

LUIS XUBERO

Artista

Falto de intención

Xubero se confiesa complacido por el monumento, aunque quizá peque de «falto de intención». Y lo argumenta. «Entiendo que un acto terrorista debe promover repulsa, condena, indignación, solidaridad con las víctimas y yo no veo ese tipo de manifestaciones en el monumento. Pero como el arte contemporáneo es así, el único responsable es Ibarrola y supongo que lo habrá hecho con la mejor de las intenciones». «Con lo que estoy disgustado -añade- es con la ubicación, pero no porque me moleste que esté en El Espolón o en medio de Vara de Rey, sino porque ese monumento, con esas dimensiones, en El Espolón está constreñido, encorsetado, lo que no beneficia ni al paseo ni al monumento en sí». Xubero propone un lugar «en el que respire mejor», como un parque amplio.

ALEJANDRO RUBIO DALMATI

Artista

Tapa El Espolón

Su avanzada edad (tiene 95 años) le impide contemplar in situ la obra de Ibarrola, aunque sabe de ella a través de imágenes. «La situación me parece muy mala; creo que la obra es demasiado grande para ese espacio y tapa El Espolón», comenta Rubio Dalmati, Galardón de las Bellas Artes de La Rioja y autor de conocidas obras repartidas por la ciudad y La Rioja. En cuanto a la obra en sí, sólo podría opinar habiéndola contemplado con sus ojos, dice.

JOSÉ ANTONIO AGUADO

Pintor y galerista

Fuera de contexto

Aguado entiende que juzgar la obra de un artista, en este caso de Ibarrola, es algo muy personal, por lo que prefiere reservar su opinión. «El autor quiere lanzar un mensaje social con ese tipo de movimientos de espacios y es tan respetable como la mejor obra del mundo», argumenta. Sí opina, sin embargo, sobre su enclave, que considera «fuera de contexto total». «Pienso que Logroño tiene unas zonas verdes amplísimas en el entorno del Ebro y del Iregua, que creo que sería la ubicación idónea y mejoraría la obra en sí, en un espacio más abierto y no en uno tan comprimido como el actual, que no sólo le perjudica a la escultura en sí, sino al propio Espolón», comentó.

PEDRO TORRES

Galerista

Magnífica, pero no ahí

En opinión de Pedro Torres, la escultura es «magnífica» y cree que es una suerte para Logroño contar con una obra de Ibarrola. Ahora bien -precisa-, «no ha tenido la mejor ubicación». «El Espolón es de aire neoclásico, con una serie de connotaciones que no se debieran de perder». Además, en este entorno figuran dos construcciones claves según este galerista: el Palacete del Gobierno regional y la casa de Fermín Álamo, «dos edificios que mantienen la importancia de El Espolón y a los que el monumento de Ibarrola les quita toda perspectiva de visión», dice.

¿Sus alternativas? «Estaría perfecto en cualquier amplitud de la zona sur, para poder verlo con distancia y dimensión», que es lo que demanda. Y más concretamente, sugiere el parque Díez del Corral (paralelo al campo de Las Gaunas), el del Ebro e incluso la Plaza del Ayuntamiento.

ENRIQUE MARTÍNEZ GLERA

Galerista

En un jardín del XIX

«La obra será lo que sea, estéticamente podrá gustar más o menos, pero la ubicación es de lo más ciega y dudo mucho de que Ibarrola la quisiese poner ahí». Así de tajante se expresa Martínez Glera, para quien el ambiente del paseo en nada se corresponde con la modernidad de la escultura. «El Espolón sigue siendo como un jardín del siglo XIX y colocar esa pieza ahí es nefasto para la obra y para el entorno». Es más, «vistos los resultados, supongo que se van a tener que plantear su ubicación; ahí no la veo», insiste el galerista.

Pero sus críticas no acaban ahí. «No hay una alusión clara a las víctimas del terrorismo o, por lo menos, yo no la veo. Hay que entender también que es una obra abstracta, luego el concepto es el que tú le pongas, pero dudo mucho de que la gente llegue a entender su significado y mensaje». «Ahora, ¿que Logroño tiene que tener un Ibarrola? Pues me parece muy bien, igual que tiene que tener de todo», concluye Martínez Glera.

DOMINGO GARCÍA POZUELO

Arquitecto

Te la encuentras

Personalmente, el decano del Colegio de Arquitectos considera «muy interesante» la escultura de Ibarrola. «Es una buena obra de arte contemporáneo y me gusta, pero el lugar donde está Me parece bien que se coloque en El Espolón por razones de reconocimiento a las víctimas del terrorismo, pero tal vez la ubicación no es la que más haga destacar la escultura». De hecho, dice, «más que percibirla desde lejos, te la encuentras», a la vez que interrumpe la perspectiva del Espolón.