El proyecto residencial y de ocio 'Puerta Gótica' arranca con el 2008 en Ruavieja

'Puerta Gótica' da nombre al ambicioso proyecto que la iniciativa privada desarrollará entre los números 9 y 17 de Ruavieja (y sus correspondientes edificios de San Gregorio), con el afán de convertir Logroño en un referente del enoturismo. Un proyecto que se traducirá en el año 2010 en un área residencial, con viviendas y oficinas, y en un Centro de Enoturismo, que incluirá una bodega de crianza, un hotel temático, spa, restaurantes, un winebar y terraza de verano.

Tras esta iniciativa figura la sociedad Innovaciones Ábside XVIII, y más concretamente los empresarios Roberto Amillo y Luis Ángel Basoco, sus socios fundadores, quienes ayer presentaron el proyecto 'Puerta Gótica'. Y lo hicieron ante la portada del siglo XV que le da nombre, y que apunta su arco sobre la fachada de Rúa Vieja, 9. Su iniciativa, además de revitalizar el Casco Antiguo con nuevos espacios residenciales y de ocio, pretende recuperar aquellos elementos históricos y artísticos que encierra la manzana donde se actuará. Y muy especialmente sus siete calados medievales, que retomarán la actividad para producir vino de crianza y mostrar al público su proceso de elaboración.

La mencionada puerta gótica y el palacio al que da acceso, el convento de San Gregorio o la antigua muralla también figuran entre las joyas que mimará esta actuación. «Un proyecto complejo, con el que nos iremos a una inversión de entre unos 15 a 18 millones de euros» y que generará unos 50 puestos de trabajo, calculó Amillo.

El proyecto arquitectónico lo firma Tania Silvestrini, quien ayer explicó el conjunto de la intervención, que abarca unos 8.200 m2.

Visto desde la calle San Gregorio, en la parte más oriental se acondicionará una sidrería (donde hoy está la de 'San Gregorio', que se incorpora al plan). En los edificios contiguos, los que albergan los calados, se creará una bodega de crianza, eje y avanzadilla del proyecto, ya que sus primeros vinos -con etiqueta 'Mentor'- se podrán catar en septiembre de 2008. Y junto a la bodega, un hotel temático del vino, cuya gestión está por cerrar y que dispondrá de unas 60 habitaciones y spa; dos restaurantes con ofertas gastronómicas tradicionales e innovadoras; una terraza de verano, y un winebar.

La zona residencial tiene su entrada por Ruavieja y abarca entre 30 y 35 viviendas «de calidad, bioclimáticas, diáfanas y muy especiales», describió Silvestrini. Precisamente en el número 17 de esta calle, se abrirá un paso interior con acceso a San Gregorio y que, a través de una pasarela en altura, desembocará en el parque del Ebro.