El dueño de La Chatilla de San Agustín compra el Hotel Ciudad de Cenicero

El prestigioso cocinero y restaurador riojano, Fernando Andrés Yusta, es el nuevo propietario del Hotel Ciudad de Cenicero. A sus 42 años, comienza así una nueva etapa en su trayectoria profesional. «Estoy muy ilusionado con este proyecto que, para mí, es la culminación de todos los negocios que he tenido anteriormente», explica. «Quiero recalcar -indica- que esto será un restaurante con 38 habitaciones. No un hotel con restaurante».

El empresario señala que «son muchas las reformas que me he planteado; una de ellas será dejar de lujo las habitaciones, de lujo, para hacer un hotel coqueto, con encanto». En cualquier caso, Andrés insiste en que «llego con toda mi profesionalidad y experiencia y lo que quiero que el restaurante sea la referencia».

Consciente de la relevancia de Cenicero como la cuidad donde se ubican algunas de las mejores y más prestigiosas bodegas de La Rioja, el restaurador riojano aboga por ofrecer una alta cobertura gastronómica. «Mi idea se basa en un restaurante de nivel, con una comida de calidad, un restaurante que sea prestigioso y se sitúe entre los mejores de La Rioja».

Para desarrollar su iniciativa, Andrés Yusta plantea una serie de reformas en las instalaciones comenzando por el comedor principal. También prevé una ampliación de la vinoteca «para lograr un sitio de encuentro donde se puedan comprar productos de calidad y se pueda tomar una tapa acompañada de un buen Rioja», al igual que la remodelación de la cafetería.

Trayectoria profesional

La carrera en los fogones de Andrés es muy dilatada. A los 12 años se vistió por primera vez de cocinero ayudando a su madre en el restaurante 'La Chatilla', y dos años más tarde recibía su primer sueldo como profesional. Trabajó en varios establecimientos de renombre ('Doblón', 'Machado'...) y con sólo 22 años fue nombrado jefe de cocina de un conocido restaurante de Zaragoza.

De regreso en Logroño, se puso a las órdenes de Lorenzo Cañas, a quien «admiro y tengo un gran cariño», indica. En 1989 se «independizó» y junto con su esposa Rosa se hizo cargo de 'La Chatilla' logrando que el restaurante sea un lugar de referencia de la cocina tradicional. Luego vendría 'La Chatilla de San Agustín' y el 'Rioja de Bangkok', único restaurante de comida española en Tailandia, muy reputado en las revistas gastronómicas internacionales.