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Tris | Dibujante e ilustrador

«Sufro con la caricatura. Me dijeron que para dominarlas había que hacer 1.000. Yo llevaré 700»

Aparenta seriedad. Te pasa el láser cuando habla contigo. Su retrato mental es todavía más brillante que su trazo. Su mente bulle para coser ideas a chispazos y llevarlas al lado divertido de la vida. Se sirve de sus calvitos para pintar de colores una sonrisa diaria y actual en el periódico desde hace 25 años con sus viñetas

Sábado, 10 de febrero 2024, 09:01

La fascinación por los cómics de Brindavoine de Jacques Tardi o algo más de andar por casa como Superlópez empujaron a Tris al dibujo. Luego llegaron los estudios, la aplicación de sus conocimientos en publicidad hasta que un día, por azar y hartazgo, cortó el cordón umbilical y se puso a hacer las viñetas de Diario LA RIOJA. De eso hace 25 años.

– ¿Qué hay de nuevo, viejo?

– Aquí, con presbicia y dolor de riñones.

– ¿Qué viñeta le regalarías a un extraterrestre?

– Una de un congreso de enología, para que vean cómo nos lo pasamos por aquí. Según tengo entendido, a los extraterrestres les encanta.

– ¿Verde?

– Claro, y con cabeza de pepino.

– ¿Viñetas de fútbol, artisteo, política...?

– De fútbol, no. Me encantan las noticias curiosas, extrañas, como la de los camiones de Ezcaray. Otras se repiten, como el cohete, degustaciones... y acabo plagiándome a mí mismo.

– ¿Nota que la piel se nos ha afinado?

– Y mucho. Hay que andarse con cuidado. Que la gente proteste está bien, pero hay ahora gente deseando enfadarse y dar guerra.

– Nos autocensuramos.

– Claro. Desde que salimos de casa. Hay que autocensurarse hasta para comprar el pan... excepto mi panadera, que un día me dijo: «El chiste de hoy está bien, porque últimamente...

Carlos Sacristán Salarrullana 'Tris'

  • Logroño 29-8-1967

  • Dibujante-ilustrador Formación: Diseño Gráfico

  • Caricatura En esta página aparece retratado por Manuel Romero

– ¿Alguna queja en concreto?

– Pues cuando me tocaba hablar del vino, en una tierra como esta, me apoyaba en el borrachín, que me permitía decir bobadas, pero se quejaron así que le puse una botella de pacharán.

– ¿Nos harán gracia las viñetas que proponga la inteligencia artificial?

– Sostengo que la Inteligencia Artificial lleva entre nosotros muchos años. Mira lo que pasó con los rotulistas... han desparecido. Esto avanza y avanza. Antes también nos fijábamos en lo que hacían los demás.

– Recomiéndanos un museo.

– Tres. Prado, Louvre y Hermitage. Por este orden. (Risotadas generales).

– Y cómics, personajes, tebeos... ¿con quién se identifica?

– Con Rompetechos, cada vez más. Corto Maltés era mi héroe y adoraba los de Brindavoine de Tardi, pero el que me atrapó de niño fue Superlópez.

– ¿Te fascina...?

– Quino. Es el amo de las viñetas, no solo por Mafalda. Forges... no es tan importante el dibujo sino lo que cuenta.

– ¿Color o blanco y negro?

– Me es indiferente, casi me es más fácil el color.

– Si hiciera un superhéroe, tendría la virtud de...

– No me van mucho los héroes, pero el teletransporte. A mí me vendría muy bien, podría subir a una nube, podría llevar portes de aquí para allá y ganarme la vida en Amazon. Lo tiene todo.

– ¿Lápiz, boli, pincel...?

– Pincel y tinta antes que ordenador. En la pantalla puedes ir para adelante y para atrás; sobre el papel, solo para adelante.

– 25 años, a 363 viñetas diarias, me sale...

– Venía por el periódico con mi maletín de acuarelas y me calcaba los dibujos en la ventana...

– Una viñeta diaria es...

– Un lujo y una condena.

– Para evocar personas, ¿mejor apoyarse en fotos, los vivos, los muertos?

– Sufro con las caricaturas en directo. Los muertos no se quejan y te permiten hacer humor negro, como en Todos los Santos, con aquella señora que le lleva flores a la tumba del marido y le dice: «Manolo, este año tampoco nos ha tocado la lotería» y una voz que le responde: «No te preocupes María, lo importante es la salud».

– ¿Te acuerdas de tu primer chiste?

– Perfectamente. Malísimo. Una noticia hablaba de que el Monasterio de Suso se desplazaba todos los años unos milímetros y un chino, en un arrozal se preguntaba si lo habían parado.

– Dice que teme la caricatura, ¿dónde hay que mirar, en la cara o en el alma?

– Una vez me dijeron que para dominar la caricatura había que hacer mil y yo debo llevar unas setecientas.

– ¿Cómo filtra el trabajo?

– Acabo enseñándoselo a quien está más cerca. Mi mujer, vaya.

– ¿Ordenado o caótico?

– Procrastinador.

– Esto es todo, amigo.

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