Siempre nos quedará Logroño

La calle no se imagina, se camina; y contar Logroño pasa necesariamente por hacer la calle, las seiscientas y pico de la capital. Se dice que el periodismo es cercanía, y podría añadirse que la información local es buena parte de su esencia. Diario LA RIOJA suma años predicando con el ejemplo, en los últimos lustros, de la mano, de la pluma, de María José Lumbreras y Javier Campos (antes fueron otros, y otros vendrán justo después). Ese periodismo, por qué no decirlo, que acaba escribiendo la historia de las cosas, grandes, pequeñas, generalmente medianas, de la comunidad en la que se fija. Y si la política municipal es la manifestación más evidente de la política de proximidad, ese espacio en el que la relación entre político y ciudadano es (o debería ser) más estrecha, lo mismo podría decirse del periodismo municipal, el más cercano a las personas y, por tanto, a sus problemas. El Ayuntamiento vendría a ser una calle más.

-Javier Campos: Vecinos, que tanto decimos, compañera. Y nosotros, periodistas a pie de calle. ¿Qué sería de nuestra ciudad si dependiese de los medios de comunicación nacionales?

-María José Lumbreras: Solo los sucesos más escabrosos, que alguno ha habido, logran hacerse un hueco. Los locales tenemos otros intereses porque los vecinos los tienen. Sus calles, más o menos limpias, más o menos bonitas, más o menos vivas.

-Javier Campos: Hubo un concejal del PR que se definía como «político de calle» y aseguraba que a él lo que le ponía era hablar «del banco, de la farola y del mosquito», y a nosotros igual nos pasa un poco eso.

-María José Lumbreras: De los vecinos que sufren el ruido y que no pueden dormir, de los que no se pueden sentar en el banco de su parque porque está todo sucio por la plaga de aves... Pero también de otros asuntos más generales que, una vez desarrollados, modifican la ciudad y la forma de vida en ella. Las actuaciones importantes llevan muchos años porque, si por fin hay voluntad, que es lo primero, los trámites son numerosos y cualquier paso se complica. Tantas páginas escritas del soterramiento... Pero al menos al final ahí está. Una parte. No creo que llegue a ver las fases II y III.

-Javier Campos: Las cosas del Ayuntamiento, que, como las de palacio, van despacio. Esa agenda municipal en la que parece que nada tiene principio ni fin, sino continuidad mandato tras mandato. De modo que uno podría irse fuera dos años y volver y seguir informando de los mismos temas. Temas de ciudad, podría decirse. Y yo pienso que afectan e interesan, pues ya sabes que son páginas que se leen y mucho. Aunque, como siempre decimos, lo oficial es solo una pequeña parte. Yo, ahora que no nos lee nadie, me quedo con el resto: vendría a ser algo así como una dimensión emocional de las cosas, la que lleva a que estas nos importen mucho más cuanto más cerca de nosotros ocurran. Siempre hay una historia que ofrecer, y las del vecino del quinto interesan y mucho.

-María José Lumbreras: Nos resulta mucho más fácil identificarnos con quien vive al lado. Por eso, a nosotros nos resulta fundamental la ayuda de nuestros vecinos/lectores. Alguien nos cuenta algo por ahí que pueda acabar teniendo su aquel; un tema que se repite en el Teléfono del Lector; el wasap de larioja.com ha recibido un mensaje interesante... Si en todos los apartados del periódico tiene su peso la participación, en lo local es clave. La fuente del parque que lleva rota años y no hay manera de verla arreglada, los socavones que cada año se hacen más profundos...

-Javier Campos: No vamos a dar nombres, no; pero tanto a ti como a mí, y tú tienes más experiencia en esto, no pocas veces nos han 'asaltado' por la calle con un qué hay de lo mío. Esa reclamación/demanda que entienden que tendrá más posibilidades vía prensa local, de la misma manera que esa queja/sugerencia. Ahí estamos, es fácil encontrarnos. Quizás sea nuestra manera de sumar y hacer ciudad.

-María José Lumbreras: Parece que no pasa nada más allá de unas luces de Navidad feas, pero mira, está a punto de surgir un barrio nuevo entre Portillejo y El Arco, y el 'salto del Ebro' ya no tiene marcha atrás en El Campillo. Hemos visto un enorme estirón de la ciudad. Todos los barrios, menos los cuatro históricos, tienen menos de treinta años. Otros asuntos, sin embargo, se pierden por el camino. Hemos escrito páginas y páginas de muchos que se han aprobado para nada. Y estoy pensando en planes de infraestructuras, por ejemplo, a unos cuantos años de los que al final nadie se acuerda. O de asuntos que directamente no se van a hacer. Recuerdo desde el teleférico al monte Cantabria a varios proyectos para la plaza de La Paz. Todo, hasta estas horas. Los cajones de las mesas municipales están llenos de planes, proyectos e informes, alguno incluso con tranvía, que no irán a ninguna parte.

-Javier Campos: Supongo que es algo intrínseco al desarrollo de cualquier ciudad, un espacio-tiempo en el que nunca nada ha estado quieto sino en constante evolución, y en el que lo interesante no es ya el resultado final, sino el proceso en sí. Llevamos años dando cuenta de ese proceso, ja, ja, ja.

-María José Lumbreras: De un proceso que igual no termina como se pretendía, pero da otros frutos. En cualquier caso, es inevitable, al escribir en estas páginas, tener la impresión de que cada día coses una puntada en el tejido de la memoria. El texto de hoy entra mañana en una hemeroteca que reúne las cosas grandes y pequeñas que han hecho la historia de esta ciudad y de esta región en sus últimos 135 años y que consultamos a diario. Además, en esta redacción hemos visto trabajar a Jerónimo Jiménez, a Eduardo Gómez... hemos llamado mil veces a Federico Soldevilla, todos ellos cronistas, uno oficial, los otros oficiosos, de Logroño y con sus datos hemos buscado en lo que ya fue para tener en cuenta el pasado a la hora de narrar el presente para que otros puedan proyectar el futuro. Pero la responsabilidad es máxima porque el error que cometes un día también se queda ahí.

-Javier Campos: Bueno, trataremos de transmitir a los que vengan las bondades del periodismo de proximidad, con rostro y nombre; no deja de ser un privilegio poder disfrutar, y hasta sufrir, de un periodismo de cercanía que nos permite hacer cosas que no hacen otros, y eso no lo cambio por nada. Esa vida de la ciudad que contamos, que si no la valoramos nosotros... Eso de que alguien te pare por la calle y te cuente una situación que le preocupa...

-María José Lumbreras: No hay otra receta para la información de la capital que la zapatilla, la escucha y tener luego, por la tarde, un ratito para escribir. Tenemos suerte porque, aunque esta ciudad tenga sus cosas y ahí estaremos para contarlas las veces que haga falta, también es un sitio que sale bastante bien parado en muchas comparaciones. El nuestro no es un periodismo de trinchera ni de grandes nombres propios ni de temazos que vayan a cambiar el mundo. Solo somos periodistas de los de andar a diario que tratan con sus vecinos de sus preocupaciones y de sus logros, que no son pocos, y que a lo más que aspiran es a presumir de haber estado ahí y de honradez. Y ahora vamos a dejar de hablar de nosotros y vamos a empezar a preparar las páginas de los próximos días, que es lo nuestro.

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