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Aviso. Las siguientes palabras pueden herir la sensibilidad del lector. 'Herasé huna bed...'. Les sangran los ojos, ¿verdad? Al redactor le ha costado hasta escribirlo, lo promete, pero se ha visto obligado a hacerlo para ofrecerles participar en un ejercicio de imaginación. ¿Leerían un libro o un artículo de un periódico que empezara así? La respuesta parece bastante clara y lo más seguro es que esa obra literaria acabara en la basura, concretamente en el contenedor de color azul. No les culparía. Las faltas de ortografía lastran la lectura, restan calidad al producto, en este caso periodístico, y alejan a la gente de un hábito tan recomendable como satisfactorio: el de leer. Lo mismo ocurre si las fotografías que ilustran un reportaje o una información se encuentran desenfocadas o no se corresponden con el texto al que deberían acompañar. Quitan credibilidad al artículo en cuestión. No hay duda.
Dejen de imaginar. Volvamos a la realidad para afirmar que un periódico es la suma de textos bien redactados y sin faltas de ortografía y de imágenes bien definidas, impactantes y que aportan un extra visual a las palabras escritas. A partir de ahí, surge una pregunta. ¿Un periódico es solo eso o hay algo más? La respuesta resulta clara:sí, es mucho más. Porque esos elementos por sí solos no sirven de mucho si no van unidos a una puesta en página (ya sea en papel o en web) adecuada y, siempre que se considere necesario, de unos gráficos que las completen o las expliquen. Y ahí es donde entran en juego los diseñadores, parte fundamental de cualquier medio escrito que se precie, incluido Diario LA RIOJA.
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Porque hacer un periódico como el nuestro, ya sea en su versión más tradicional como la que llega a través del ordenador de casa o del móvil, resultaría imposible sin ellos. Sin los diseñadores. Son mujeres y hombres al más puro estilo renacentista. Son pintores, porque se les entrega un lienzo en blanco, una página, y ellos, junto con los redactores y el resto del equipo, se encargan de darle contenido. Son arquitectos, porque construyen los cimientos sobre los que después se asientan textos e imágenes. También se les puede considerar una especie de modistos, puesto que son capaces de ponerle el vestido más adecuado al diario para que este brille. Y son periodistas, porque lo que hacen aporta información, y muy útil, para los lectores.
De hecho, y tal y como recuerda Iker Barinagarrementeria, director de Arte yProducto de Vocento, los primeros en tomar las riendas de esas tareas fueron periodistas que contaban con una visión visual y gráfica del contenido y que eran capaces de trasladarla al papel para hacer «útil, relevante y accesible» al lector la información. En ese aspecto, los años ochenta jugaron un papel fundamental con la creación de la Society for News Design en 1979 y, sobre todo, con la llegada de los ordenadores a las redacciones. Su irrupción permitió ofrecer muchas alternativas a aquello que se hacía de un modo totalmente manual. Y los periódicos tenían que sacar provecho de ese cambio para conformar un producto mucho más atractivo para sus lectores.
Evolución
Llegados a este punto, les propongo otro ejercicio. Este no es de imaginación. Es de observación y de memoria. ¿Se acuerdan de cómo eran las portadas de Diario LARIOJA de hace cuarenta o cincuenta años? Tranquilos, no se preocupen. Seguro que muchos de los que están leyendo este suplemento no habían nacido y el resto es muy probable que no se acuerde. Por eso, en la parte baja de estas páginas les vamos a poner varios ejemplos de cómo han ido evolucionando las primeras páginas de nuestro periódico para que vean también cómo el diseño, y los diseñadores, fueron ganando peso.
Nada tiene que ver aquella primera portada de 1889 con las que se hacen ahora. Tampoco las que se publicaron en las décadas siguientes al estreno de este diario. En esos años, los periódicos eran una sucesión de textos, uno detrás del otro, como los prospectos de los medicamentos. Ahora las miramos y nos parece impensable que leer algo así pudiera resultar atractivo, pero lo era. Aun así, todo evoluciona y el producto periodístico también.
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Y la irrupción de los diseñadores supuso un salto indudable. Pongamos un ejemplo muy habitual: las elecciones. ¿Cómo se entienden mejor los resultados? ¿Con un único texto o con un texto y unos gráficos en los que hallar de un modo sencillo y útil los votos obtenidos por los distintos partidos? Y si a eso le añades un mapa para ver cómo se ha votado en cada uno de los barrios de tu ciudad y una representación del Parlamento en cuestión o del Congreso de los Diputados, mucho mejor. Eso es diseño.
Desde esos años ochenta hasta la fecha, la evolución ha sido evidente y los medios de Vocento, Diario LA RIOJA incluido, no se han quedado atrás. Con los diferentes rediseños, se ha ido adaptando el producto a los tiempos para ofrecer periódicos atractivos desde un punto de vista visual y con contenidos de calidad. Se ha pasado del blanco y negro al color porque, como señala Barinagarrementeria, «nuestra vida es en colores» y se ha trasladado el periódico de papel a otros formatos. Y la llegada de lo digital supuso la gran revolución.
Era digital
Existía una vida sin internet, pero lo cierto es que ahora nos costaría mucho pasar sin el móvil, el ordenador o la tableta. Y en esos dispositivos, con sus nuevos formatos, los medios informativos resultan más complejos en el terreno técnico, pero mucho más ricos en cuanto a contenidos. Ahora los periódicos no solo se leen. Se escuchan, con los audios o los podcast, y también se ven, con los vídeos. Las posibilidades se han multiplicado y los equipos de trabajo son ahora multidisciplinares.
Y en todo este proceso, los diseñadores han formado (y siguen formando) una parte esencial, tanto en el trabajo en el papel como en la web. Ellos, junto con el resto de trabajadores de Diario LARIOJA, han sacado adelante reportajes tan complejos y completos como 'De la senda de los dinosaurios a la de los elefantes' o 'Logroño en flor de lis', dos formatos especiales con una gran carga visual. Ahora más que nunca, la labor en un periódico es en equipo y cada uno aporta su granito de arena. Y el papel del diseñador resulta fundamental.
Y así hemos acabado este recorrido. Decíamos al principio de este reportaje que un periódico es la suma de textos, imágenes y mucho más. Y esa afirmación cobra más sentido en los tiempos actuales. Ese 'mucho más' ahora engloba gráficos, vídeos, audios, historias visuales y un largo etcétera de elementos. Todo eso forma parte de un periódico y sin la participación activa de los diseñador.
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