Las cenas de Navidad, cada año más precoces

Guirnaldas de luces por las calles, belenes y árboles en montaje, turrones en los comercios... Huele a Navidad y, con ella, es tiempo de comidas y cenas de empresa. Cuentan los hosteleros que las fechas de estas celebraciones se adelantan cada año. Ya no se circunscriben a las semanas cercanas a las fiestas, sino que desde mediados de noviembre muchos restaurantes tienen colgado el cartel de 'completo'. Algunos previsores incluso se guardan la fecha de un año para otro y así evitan quedarse sin sitio. Es lo que reconoce Luis Cid, propietario del Mesón Cid de Logroño, que augura una buena temporada navideña pues ya apenas tiene sitio hasta fin de año: «Los viernes y los sábados están ya prácticamente completos tanto para comer como para cenar, salvo el fin de semana de la Constitución, en el que mucha gente se va fuera», asevera el dueño de este conocido local logroñés.

Con conclusiones semejantes se presentan los responsables de otros restaurantes de la capital riojana. En el caso del Wine Fandango, su encargada, Mar Mora, remarca que los viernes y los sábados están «ya casi completamente reservados hasta mediados de diciembre». A partir del fin de semana del 21 y 22, se destinan más a ágapes de amigos y familia: «Son fechas más familiares y las empresas prefieren adelantar sus comidas y cenas».

Lo mismo admite la gerente del Delicatto, Merche Carrillo, que ha detectado que las reservas se adelantan un poco cada año: «A partir de mediados de noviembre ya está casi todo cerrado».

Los tres establecimientos logroñeses coinciden en que se han visto obligados a incrementar ligeramente los precios de los menús. «Se han disparado los precios de las materias primas, están por las nubes –apunta Cid–. Aunque intentamos sujetar precios y asumimos cierta contención, lo cierto es que el incremento se acerca al 5%» sobre propuestas gastronómicas de entre 40 y los 60 euros. También el Wine Fandango admite que la subida ronda el 5% con respecto a las cifras del año pasado, con cubiertos a partir de los 48 euros. Desde el Delicatto indican que, por su parte, el incremento trasladado es ligeramente inferior, de un 3%, con menús a partir de los 50 euros, incluyendo en este caso baile y discoteca.

La tendencia se repite en establecimientos de otras localidades riojanas. El jarrero Beethoven ya ha albergado varias de estas celebraciones navideñas. Su propietario, Carlos Aguirre, achaca el adelantamiento de las citas a que «nadie quiere quedarse sin sitio y todos pretenden hacerlo en las mismas fechas, así que no les importa adelantar las de empresa para que no se solapen con las de amigos y cuadrillas». Un extremo que no impide que este local aún disponga de huecos en determinados días porque, como las celebraciones navideñas de empresa no son fijas y pueden variar en el calendario, no se reservan con tanta antelación como otros días señalados de Haro, como el patrón en junio, la Virgen de la Vega en septiembre o las recientes jornadas mico-gastronómicas. También incide Aguirre en que sus menús, cuyo precio oscila entre los 39 y los 46 euros, se han visto encarecidos por culpa del aumento del coste de las materias primas, aunque con mucha mesura.

Asume las mismas circunstancias el encargado del Mercadal 21 de Calahorra, Miguel Subero, que remarca que no repercute al completo la subida del precio de los alimentos en los clientes, sino quizás un alza del 5% como máximo, «un par de euros por menú». Asimismo, este restaurador indica que como «la gente anticipa cada vez más las reservas, algunas con más de dos meses de margen», ya tiene su comedor prácticamente completo para «todos los viernes y sábados hasta el 22 de diciembre». Y precisa Subero que en noviembre se opta más por cenas, mientras que en diciembre se decantan los comensales más por almuerzos. Sobre los menús, con el clásico formato de entrantes para compartir, un segundo principal de carne o pescado, el postre y el vino, el desembolso va entre los 35 y los 55 euros.

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