San Vicente se disciplina de nuevo

«Es difícil que la gente lo entienda, pero lo que sí se puede hacer es respetarlo», advierte Rafael Moraza a todos los que visiten San Vicente de la Sonsierra durante la Semana Santa para ver sus peculiares procesiones. Se calcula que, durante las procesiones en las que los disciplinantes (conocidos popularmente como 'picaos') se flagelan, el municipio puede llegar a albergar, en total, hasta 15.000 personas (habitantes tiene unos 1.127).

La Cofradía de la Santa Vera Cruz y de los Disciplinantes se encarga de organizar todos los actos y celebraciones de la Semana Santa en el municipio riojalteño, además de los Via Crucis de los meses de mayo y septiembre, donde vuelven a aparecer los disciplinantes. Pero todo el pueblo se implica en estos, los días más importantes del año para la localidad. Para ello se ha dispuesto una caseta de información turística, desde hoy hasta el próximo martes, que atenderá al público de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.30 horas.

El Ayuntamiento de San Vicente de la Sonsierra ha emitido un bando municipal en el que informa del cierre al tráfico de las calles Mayor, Zumalacárregui (hasta el número 27), El Remedio, General Mola (hasta el N.º 2), La Concepción y Calvo Sotelo, además de la plaza Mayor, desde hoy a partir de las 12.00 y hasta el martes a las 8.00 horas.

El rito de los 'picaos' es tan secreto que, a día de ayer, la cofradía organizadora no sabía aún con cuántos disciplinantes iban a contar en las procesiones de este año. Para los 'picaos', y para todos los devotos, se han realizado los preparativos durante los últimos días, desde adecuar los hábitos hasta comprobar el repique de las campanas de la iglesia. Durante la última semana se ha limpiado el templo y todos los pasos, además de comprobar que no faltan hábitos y que las madejas están en perfecto estado. Hoy, Jueves Santo, los cofrades se reúnen y salen a postular por las calles del pueblo. Después sacarán los pasos a la calle y esperarán los Santos Oficios.

Tampoco deben faltan esponjas para los disciplinantes. «La misión de los acompañantes de los penitentes es prepararles, vestirles y atenderles», explica Rafael Moraza, miembro de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Todo se les presta a los 'picaos', tanto los hábitos como las madejas con las que se flagelan, que son desinfectadas con agua oxigenada un par de veces y peinadas cada año. La propia cofradía busca las personas que portarán los pasos. Para la jornada de hoy está todo listo, solo faltan los protagonistas, los 'picaos'.

«Eso no se sabe. Los penitentes, como deciden por sí solos, son autónomos, no avisan previamente si se van a disciplinar», advierte Moraza. «Si son cofrades -añade- no necesitan autorización para disciplinarse pero, si son de fuera, necesitan traer un certificado de fe católica de la parroquia a la que pertenecen». Esto se hace en el último momento y respetando el anonimato. Aún así, «la previsión es que tengamos 35 ó 40», confía Moraza. Y no hay límite, cuentan con 50 hábitos, «de sobra, porque no salen todos a la vez, la media es diez o, máximo, trece, divididos en cuatro actos».

En los años 70 tuvo que suspenderse la procesión del Jueves Santo ante la enorme aglomeración de gente, por eso «los cofrades disponen de unas varas que también las utilizan para poner orden, pero hoy en día la gente se comporta bien, con mucho respeto», afirma Moraza.