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MOTOCICLISMO

Márquez es la excepción y la regla

Llegó el jueves a Losail cojeando por su lesión en el peroné y acabó gritando de alegríaEl campeón del mundo se adjudica la primera victoria del año en una carrera espectacular, con caída de Lorenzo y podio de Rossi y Pedrosa

MIGUEL SESÉ

Lunes, 24 de marzo 2014, 02:03

Cuando hay que brillar, Marc Márquez se gana los focos con sonrisas y un pilotaje excelso, y cuando hay que sobrevivir, también es él quien lleva una navaja suiza en el mono para hacer lo posible por salirse con la suya. El Gran Premio de Catar de MotoGP tuvo mucho más de lo segundo que de lo primero, y precisamente por eso se transformó en una carrera apasionante. Y lo fue porque el circuito de Losail, con las cuestionadas ruedas Bridgestone y con la temperatura más baja que en los entrenamientos, se transformó en una ratonera esperando cualquier mínimo fallo para mandar a los héroes al asfalto. Jorge Lorenzo fue el primero en golpear, y por consiguiente el primero en golpearse.

Salida fulgurante del '99', que quiso arreglar en cuatro curvas una pretemporada y un reglamento. Jorge, subcampeón, no se conforma con eso, y pese a que salía desde la segunda línea consiguió ponerse primero al final de la recta. Tiró como un poseso, repitiendo el guión del 2013, tratando de abrir hueco y poner nerviosos a sus adversarios. Su ritmo era frenético, y la carrera cogía más temperatura que su neumático. El desenlace fue inevitable, perdió la rueda delantera y se fue al suelo culpando a la moto, al frío, a las gomas. y a sí mismo.

Bradley Smith y Stefan Bradl se hicieron cargo de la cabeza de carrera. Después, Smith también cayó, igual que Bautista, que se dejó el podio por el camino en los metros finales. Márquez y Rossi pronto se colocaron al frente y se marcharon en un mano a mano a por el triunfo. Hay una tercera vía, la de ni siquiera acercarse a mirar por el barranco, y ese fue Dani Pedrosa, que fue viendo caer peones para llenar la bolsa con los restos.

En el trayecto hacia las tres vueltas finales fuimos testigos de una revolución en la categoría. Desde hace mucho tiempo no presenciábamos siete motos en el grupo delantero, mezclando monturas de fábrica con alguna 'Open'. Y lo que es más destacable, que las marcas secundarias, como la Gresini de Bautista o la Tech 3 de Smith, pueden mirar de tú a tú, al menos en circuitos específicos, a las todopoderosas hermanas mayores de Repsol y Movistar.

Llegó la hora del desenlace y el grupo delantero terminó de partirse. Márquez y Lorenzo ya luchaban mano a mano, mientras que Pedrosa esperaba un error de Bautista para subirse al podio. Valentino quiso imponer sus canas y adelantó a Marc, que se revolvió con insensatez dos curvas después y volvió a la cabeza. Rossi, veterano y sabio, ha sobrevivido a centenares de batallas, y eligió la vía prudente ante un Márquez que llegados a ese punto iba a hacerlo todo por ganar. Dani, recogiendo las migas, vio a Bautista echar chispas, reales y de rabia, y se hizo con la tercera plaza.

Quienquiera que no pudiera ver las carreras y se fije sólo en los resultados puede pensar que Catar 2014 fue más de lo mismo: Márquez mandando y tras él una Yamaha y la otra Honda. Sin embargo, fue un gran premio único y puede que el primero de muchos así, con alternativas, emoción y altas dosis de intriga. Para todos menos para Márquez, que es la excepción y la regla.

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