El paso entre Rodríguez Paterna y San Bartolomé que dejará la torre exenta se abrirá esta Navidad

Mucho más que una zona de paso. El Ayuntamiento de Logroño contratará en los próximos días el proyecto que permitirá el acceso peatonal entre la calle Rodríguez Paterna y la plaza de San Bartolomé, dejando exenta la torre de la iglesia del mismo nombre, que podrá ser contemplada a través de un vallado que permita su visión total, aunque no el tránsito. La actuación, que tendrá un presupuesto cercano a los 50.000 euros y ya cuenta con el visto bueno del Consejo de Patrimonio, estará finalizada de cara a la Navidad y, además de posibilitar el disfrute de una nueva perspectiva del templo, protegerá y mantendrá los restos de la muralla medieval aparecidos en la intervención previa.

La Administración local, paralelamente, desarrollará un proyecto de alumbrado monumental para esa misma zona con un coste aproximado de 30.000 euros, si bien aún permanece a la espera de obtener luz verde por parte del citado consejo regional. El acondicionamiento provisional del entorno de la iglesia de San Bartolomé llega después de que en el 2011 el derribo de la conocida como 'Casa de los Jesuitas', dentro de las obras de construcción de la paralizada sede de Cáritas, dejase a la vista un monumental hallazgo: la cabecera y las fachadas sur y este, así como la totalidad de la torre, elementos ocultos todos ellos al menos desde el siglo XIX.

La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, informó ayer de los detalles de una intervención con carácter provisional mientras llega la actuación y ampliación del plan director de la Villanueva, que definirá los usos y actuaciones para toda la zona. Y es que, tras los trabajos ejecutados en la cabecera y la fachada de la iglesia por parte de la diócesis, el Ayuntamiento «acondicionará provisionalmente el solar resultante mejorando el entorno en tanto se adopta una solución definitiva para todo el conjunto monumental».

Así, en la zona de paso, donde se encuentran los hallazgos arqueológicos de especial interés, se aplicará una lámina geotextil para independizar los restos de los nuevos elementos, que se colocará sobre una cama de arena de cinco centímetros como protección, se aplicará un hormigón para regularizar la superficie y, por encima, una tarima de madera elevada sobre los restos, junto a los que se dispondrán unos paneles informativos del conjunto de los trabajos arqueológicos realizados en los últimos meses.

De igual modo se actuará en el espacio tras la torre y en la zona de Rodríguez Paterna, dando como resultado un patio cerrado de grava -el resto será de adoquín recuperado- que dejará apreciar el conjunto mediante un vallado a base de pletinas metálicas.

Gamarra explicó al respecto que el estudio arqueológico encargado por el Ayuntamiento confirmó que la principal estructura constructiva desenterrada corresponde a la base de la muralla medieval de la ciudad del siglo XII y que el hecho de haber permanecido enterrada es lo que ha permitido su conservación durante siglos. Por ello, añadió, «la actual intervención cubre los restos para su necesario mantenimiento hasta que quede definido su futuro».

La alcaldesa agradeció nuevamente la colaboración de la diócesis, que no sólo ha permitido acometer la restauración de la cabecera y la torre de San Bartolomé, así como las fachadas sur y este, sino que además ha posibilitado su disfrute por logroñeses y turistas mediante la permuta del solar por la casa Farias.