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CRISTINA VALDERRAMA haro@larioja.com
Lunes, 16 de septiembre 2013, 01:25
Treinta años se han cumplido desde que la cofradía de la Virgen de la Vega decidiera organizar el pisado de la uva para ofrecérselo a la 'Madre' de los jarreros. Años antes habían comenzado con la ofrenda floral y en 1984, siendo mayordomo Enrique Martínez Iglesias, hablaron con las bodegas y las peñas que se prestaron a colaborar. De entonces, sólo queda la peña Los Veteranos, que desde el primer día colaboró recogiendo las flores, organizando las barricas y sirviendo el mosto.
Y ayer, la cofradía quiso homenajear a los peñistas. El actual mayordomo, Juan Carlos Iturriaga, acompañado del que fuera mayordomo entonces, Enrique Martínez, entregaron a Los Veteranos una réplica del jarro que se usó entonces, ya que después pasarían a utilizar el institucional, y un diploma conmemorativo. Como agradecimiento, en nombre de la peña le pusieron a Iturriaga el pañuelo que lució durante toda la ceremonia.
Una ceremonia que finalmente se celebró en los Jardines de la Vega. La amenaza constante de lluvia hizo que se pensara también realizarla en la basílica de la Vega, pero finalmente las nubes grises no descargaron y se pudo celebrar con total normalidad. Y con cambios.
La imagen de la Virgen de la Vega se colocó en el centro para que todos los asistentes pudieran disfrutar en todo momento de la ofrenda. Así, las autoridades pasaron a sentarse debajo del quiosco y la Coral Polifónica y la Banda de Música de Haro se situaron dentro de la concha.
Permaneció en el mismo lugar la barrica donde Clara y Sergio pisaron las uvas procedentes de diferentes fincas de la comarca. Y el mosto, junto a las espigas de cebada con grano de trigo que recuerdan el milagro, fueron entregadas a la Virgen por el mayordomo y la camarera mayor, Carmen Fernández.
Después comenzó el procesionar de instituciones que demostraron su respeto a la patrona de Haro. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, encabezó el desfile, en el que participaron ayuntamientos, grupos políticos, cofradías e instituciones. Seguido fueron pasando el resto de asociaciones de Haro.
Y por último, las decenas de jarreros que quieren demostrar su amor a la Virgen de la Vega. Niños, vestidos la mayoría con el traje regional, y mayores. Familias que con sus flores en la mano ayudan a tejer un manto de cariño y devoción a los pies de la patrona de Haro en su día grande.
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