La Policía Nacional evita el suicidio de un hombre en el Parque de La Grajera

Pasaban las 19 horas del pasado 10 de mayo cuando una mujer se acercó a una patrulla de la Policía Nacional en Logroño. Acababa de recibir un mensaje de un amigo en el que le informaba de que estaba en el interior de su vehículo y que había decidido quitarse la vida con la ingesta de pastillas y monóxido de carbono. Un mensaje escueto que activó la alerta de todas las dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía que estaban en servicio en ese momento. El objetivo prioritario, localizar el vehículo y tratar de evitar que el hombre consumara sus amenazas.

Minutos después, la alerta surtió efecto. Una de las unidades movilizadas se acercó hasta el parque de La Grajera, a escasos kilómetros de la capital, y fue allí donde los agentes localizaron el vehículo que buscaban. En su interior, un hombre permanecía en el asiento del conductor con aire adormilado. Los agentes se percataron de que el habitáculo del vehículo estaba lleno de humo procedente de la combustión del combustible ya que una manguera conectaba el tubo de escape con el interior y el motor estaba en marcha.

Los agentes se dirigieron hacia el vehículo y abrieron todas las puertas y apagaron el motor para sacar al conductor y sentarlo en el suelo, lejos del coche, para que se oxigenara.

Hasta el lugar de los hechos también se desplazó una ambulancia del servicio de emergencias que atendió al hombre y le trasladó hasta el Hospital San Pedro de Logroño en donde quedó ingresado y se recupera de la inhalación de monóxido de carbono.