«Mi sueño es seguir aquí mucho tiempo y poder dedicarme al balonmano»

Ha mamado el balonmano desde la misma cuna. Es más, su padre Carlos Bozalongo jugó en Asobal (en el Naranco Oviedo, a las órdenes de Manolo Cadenas) justo cuando él nacía. Su hermano José Mari juega en el Guadalajara y él vivió este deporte en el Calasancio, el motor que mantiene vivo el balonmano en La Rioja. Los tres 'bozalongos' se unieron este último sábado en el partido entre el Ciudad de Logroño, club al que pertenece Álvaro desde la lesión de Ales Silva, y el Quabit. El padre, en la grada; los hijos, en el parqué. Aunque no pudo jugar esta vez (debutó con dos goles el domingo anterior ante el Cuatro Rayas Valladolid), esta vez Álvaro, que los últimos años estuvo jugando en Soria, se marchó victorioso a casa.

- ¿Cómo está viviendo estos momentos?

- Como un sueño hecho realidad. Todos, desde pequeños, hemos soñado con jugar en la Liga Asobal. Y se me presentó la oportunidad de entrenar con el Naturhouse La Rioja y no me lo pensé dos veces.

- Está jugando de pivote. ¿Es su posición natural?

- Sí, es donde me gusta jugar, donde me siento cómodo. Soy cañero, me gusta que me metan leña y meterla también.

- En casa no hablaríais de otra cosa que de balonmano.

- Siempre, pero mi padre nunca nos ha impuesto nada. Siempre nos dijo que hiciésemos lo que quisiéramos, pero lo hemos visto desde pequeños y yo quería jugar al balonmano.

- Ahora más tranquilo, ¿cómo vivió el debut contra el Valladolid?

- Hace años que no lanzaba un penalti (risas), y estaba un poco nervioso. Era un debut en Asobal y contra el Valladolid. Estaba nervioso pero a la hora de salir hablé con Gurutz, me dio algún consejo y salí al campo más relajado y a hacer lo que sé.

- Luego pudo marcar otro gol, ya desde los seis metros, un típico tanto de pivote.

- Aquí todavía no soy un especialista bloqueador que gane fácilmente la posición. Me faltan machacar muchas horas, pero estoy muy contento. Me falta mucho por mejorar, sobre todo meterme al cien por cien en la táctica de Jota. Es complicado, pero si se entrena se consigue. Y en eso estamos.

- Debe haber diferencia entre un vestuario de Primera a uno de Asobal. ¿Cómo se sintió acogido?

- Ha sido de cine. No se me cae la baba porque me da cosa que se me caiga delante de ellos.

- Aunque no pudo jugar, ¿qué tal fue enfrentarse a su hermano José Mari?

- Fabuloso.

- ¿Había jugado contra él?

- En partido oficial, nunca. Y menos en Asobal. Juntos jugamos un partido con la selección riojana un amistoso contra la italiana. También en un amistoso, el año pasado, nos enfrentamos Soria contra Villa de Aranda, pero en partido oficial ésta fue la primera.

- Le habrá vacilado un poco, ¿no?

- Sí, siempre le vacilo, como él a mí. ¡Somos hermanos!

- Ahora que es parte de la plantilla del Naturhouse, ¿cómo ve a este equipo?

- Como plantilla, es ganadora al cien por cien. Y como ya es mi equipo, como digo yo, hay que ir hacia adelante con todo a por los grandes, sin dudarlo.

- ¿Es una casualidad que los dos hermanos uséis el mismo dorsal 15? ¿Tiene algún significado?

- No, ninguno. Durante mi vida he cambiado mucho de números. Y el 15 lo llevaba mi hermano y cuando llegué al Naturhouse vi que estaba libre y lo cogí.

- ¿Qué sueño tiene dentro del mundo del balonmano?

- Estar aquí en el Naturhouse mucho tiempo, sin duda alguna, y poder dedicarme a esto, que es lo que me gusta.