Con la calculadora hasta el final

El Naturhouse afronta mañana en Granollers su último compromiso antes de marcharse de vacaciones. Y lo hace con la calculadora en la mano, ya que ante la posible renuncia del Cuatro Rayas Valladolid de Europa por problemas económicos, a los que se suman el Ademar de León y el Caja3 BM Aragón, la sexta (e incluso la séptima) plaza de la Asobal se cotiza al alza.

Porque nadie sabe qué es lo que puede ocurrir en los próximos meses, con tantos clubes pasando penurias económicas. Y aunque el Naturhouse este año no haya hecho los deberes (entre eso, las cuatro derrotas de visitante ante el Puerto Sagunto, Guadalajara, Anaitasuna y Huesca), la nueva temporada le puede llegar a sonreír.

Sin embargo, los franjivino viajan a Granollers a por todas, con la ambición de vencer en un pabellón difícil (bajo las órdenes de Jota González el equipo sólo ha cosechado un empate en cinco años), contra un equipo que ha tenido una gran segunda vuelta.

En Logroño se quedarán Ales Silva, con un golpe en la rodilla que incluso puede hacerle perder el Panamericano de balonmano; Pedro Rodríguez, también afectado por un golpe en la rodilla, y Unai Arrieta, que tiene una rotura en el gemelo y que ha comenzado a hacer carrera. Miguel Ángel Velasco, que no está para demasiados trotes, se subirá al autobús con destino a Granollers, pero Jota González tiene claro que no le dará demasiados minutos. Para cubrir la vacante del pivote brasileño no hay muchas opciones: o que Rubén Garabaya se multiplique o que jugadores que no están acostumbrados al puesto le den oxígeno al asturiano, como Nikola Prce o Filip Kallman.