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Andrea, la segunda por la derecha, junto a sus amigas en una cabina típica de Malta. ::
En una isla con encanto
VIAJE CON NOSOTROS

En una isla con encanto

Andrea Llantero Haro

CRISTINA VALDERRAMA

Jueves, 5 de abril 2012, 14:51

Buscaban un destino para disfrutar de sus vacaciones. Querían playa, pero también un lugar con cultura, encanto y con buen ambiente nocturno. Malta reúne todas esas características, así que Andrea Llantero, de Haro, y cuatro amigas cogieron la maleta dispuestas a descubrir esta isla del Mediterráneo.

El viaje, que lo realizaron en el 2008, les gustó tanto que decidieron volver al siguiente verano. Dos ocasiones para poder recorrer unas calles con mucha historia. Porque Malta está situada tan estratégicamente que ha sido ocupada durante siglos por diferentes civilizaciones, según recuerda la propia Andrea.

Colonia de Inglaterra, éste fue el último país que ocupó sus tierras. En 1964 consiguió la independencia, pero su cultura conserva ese aire anglosajón. En sus calles proliferan las cabinas rojas, típicas del Reino Unido, se conduce por la izquierda y hablan inglés como idioma principal.

Por eso se ha convertido en uno de los principales destinos elegidos por los estudiantes para aprender y practicar el idioma anglosajón. Andrea recuerda que al estar lleno de estudiantes «hay fiesta todas las noches». Los españoles «suelen acudir con becas de tres semanas y el ambiente es tremendo», asegura.

En su visita a la isla, recorrieron las calles de La Valetta, la capital. «Suelen ser calles estrechas, casas de piedra que antaño estarían pintadas de color, pero ahora están un poco dejadas». Del país le sorprendió su fuerte creencia religiosa ya que «había vírgenes por todos los sitios».

Durante su estancia, cogieron un barco para recorrer la costa del país maltés. Desde allí vieron «la 'blue window' y la 'blue lagoon'» y recuerda que «había muchas medusas, todas ellas gigantes». Comino, una de las tres islas que conforman la República de Malta, también estuvo dentro de su itinerario. «Es una isla casi desierta en la que no hay más que agua cristalina», detalla.

Varios pueblos componen la República de Malta y, en su mayoría, «son aislados y pequeños». En cambio, «la zona típicamente turística está muy bien y de hecho los cruceros paran siempre allí», comenta la joven. Entre los monumentos destacados de Malta, Andrea apunta el levantado en honor a los muertos en las guerras o «la muralla, muy antigua, que conserva sus cañones».

El turismo es uno de los principales motores económicos de Malta. «Se notaba que el país estaba reflotando poco a poco», en parte gracias a los turistas, dice Andrea, quien tras dos visitas no descarta volver aunque ahora preferiría cambiar de rumbo y conocer «Italia, por ejemplo».

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