El 'milagro' alemán

A Petruska, una preciosa podenca de un año, los 'laceros' la cazaron cuando vagaba sin rumbo. No tenía identificación y su 'suerte' estaba echada: ser sacrificada en la perrera. El mismo destino estaba escrito para el mestizo Tyler -aún cachorrito y, como tal, feliz y juguetón- y Kiko -serio y todavía temeroso-. El azar, sin embargo, se ha aliado para ofrecerles otra vida, una nueva vida. Eso sí, lejos, a 1.500 kilómetros. Una pareja alemana ha tenido que recorrer el doble en su coche para ofrecer un nuevo hogar a los tres canes

El 'milagro' ha sido posible gracias a una web que recoge los datos de los animales abandonados y que son susceptibles de ser dados en adopción.

La asociación Animales Rioja ha hecho de intermediaria en este proceso. Primero logró sacar a los perros del Centro de Acogida de Animales cuando estaba a punto de expirar el plazo y, después, se ha ocupado de ellos hasta que han encontrado las familias adoptantes.

Alexandra Kapanowski y Ralf Pfeiffer viven en Nordrhein Westfalen y ayer recogieron a sus 'retoños'. Petrusca vivirá con ellos y Kiko con sus vecinos. Tyler también tiene adoptantes germanos. Alexandra acaricia a Petrusca y explica que en Alemania no los sacrifican, está prohibido y son muy pocos los que viven en refugios. En uno de los salones de Spadel, entidad que prestó sus instalaciones para la cesión de los animales, Beatriz Martínez, de Animales Rioja, añade que allí la compra de perros está muy regulada y gravada con impuestos altos.

Todo el proceso se ha llevado a cabo por Internet, dado que hay una organización en este país europeo que mantiene una web con datos de los perros que fueron abandonados, que han sido rescatados y que son susceptibles de adopción. No es éste el primer caso de alemanes que se llevan perritos a su país, comenta además Beatriz Martínez, quien insiste en toda la ayuda que se recibe, también a través de donaciones, para evitar los sacrificios de canes.