La huerta, a un paso del comedor

El cuidado del día a día recaerá sobre un profesor, José María García, y sobre los alumnos de tercero de Primaria, pero ayer, que tocó estrenar la huerta, había estudiantes de más cursos. Un operario municipal de 'Jardines', Miguel Ángel Lasanta, se encargó de las explicaciones, de abrir los surcos y de calcular las plantas que podían ponerse. Había variedad: lechugas rizadas, pimientos, tomates, fresas y acelgas. No caben muchas, pero las que prosperen, irán al comedor escolar, decía el director del centro, Alfonso Ruiz, quien destacaba el trabajo del centro en la promoción de la ecología entre sus chavales y cómo esta iniciativa les sirve para profundizar en la idea.

«El huerto escolar es un proyecto sencillo para recuperar la cultura del campo, promover la alimentación saludable...», indicaba, a su vez, el concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor. Además del Obispo Blanco Nájera, participan otros seis centros, que son San Pío X, Las Gaunas (que así tiene dos, uno en Infantil y otro en Primaria), General Espartero, Siete Infantes de Lara, Los Ángeles y Alcaste. Esta misma semana termina la plantación en todos los centros.

Los que preparan los huertos son alumnos de la escuela-taller 'Logroño Verde': ellos estudian la ubicación, delimitan el huerto con traviesas (lo dejan de 4,80 x 1,44), lo rellenan con tierra vegetal... Y, una vez plantado, algo que sucede estos días porque son las fechas apropiadas, solo queda cuidarlo, que es tarea de los estudiantes.

Para facilitarles la tarea, Miguel Ángel Lasanta recomendó a los alumnos del Obispo Blanco Nájera traer unas garrafas de plástico de las de 5 litros de agua para, una vez cortadas por la parte más ancha, colocarlas para proteger de las heladas nocturnas que aún puede haber los pimientos y los tomates.

«Éste es el kilómetro cero», bromeaba José María García, dada la cercanía que en este caso se va a producir entre el lugar de producción y el de consumo. «Cuanto más cerca, mejor».