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La crisis frena el tráfico rodado en las carreteras riojanas
REGIÓN

La crisis frena el tráfico rodado en las carreteras riojanas

La demanda de combustible baja un 12,3% desde el 2007 y se remonta a los volúmenes que se registraban en el 2003

CARMEN NEVOT cnevot@diariolarioja.com

Miércoles, 11 de enero 2012, 09:39

Nada más arrancar el motor de un coche, el contador se pone en marcha y los gastos empiezan a dispararse. Cuatro años de crisis han sido suficientes para que los riojanos cada vez mediten más si sacan o no el coche del garaje. Un claro síntoma de que los ciudadanos han pisado el freno es el descenso en el consumo de combustible en La Rioja.

De acuerdo con los datos recabados en el sector de distribución de hidrocarburos, la cantidad media de combustible demandada al mes durante el pasado 2011 es incluso inferior a la cifra del 2003, cuando al mes los riojanos reclamaban de media casi 70 millones de litros, cerca de 300.000 más que el año pasado.

En términos porcentuales desde el 2007, justo el año anterior al inicio de la crisis, la demanda de combustible ha experimentado una bajada paulatina año a año que a 31 de diciembre del 2011 se situaba en el 12,3%. De los más de 70 millones de litros al mes que se solicitaban en el 2007 se ha pasado a los poco más de 66 millones en el 2008, los casi 61,5 millones del 2009, los 62,5 millones en el 2010 -año en el que se experimentó un leve repunte- y los 61,7 millones de litros solicitados de media al mes por los conductores riojanos en el 2011.

Según las mismas fuentes, de no haberse producido la actual crisis y de continuar con la bonanza económica de años atrás, el mercado de hidrocarburos, que se reparte entre las estaciones de servicio (76%) y entre los clientes directos (24%), habría experimentado un crecimiento del 3% anual, con lo que el consumo actual sería un 28,5% más que el existente.

Junto a la bajada en el consumo de combustible, en el que ha influido el alza de precios, también se ha detectado un importante descenso de tráfico en la AP-68, una de las vías principales de comunicación de La Rioja, que atraviesa la comunidad de Este a Oeste a través de 119 kilómetros y que enlaza la región con el Cantábrico y el Mediterráneo.

De acuerdo con los últimos datos disponibles y facilitados por Abertis, empresa que gestiona 1.500 kilómetros de autopistas a través de varias operadoras como Avasa -Autopista Vasco-Aragonesa-, la Intensidad Media Diaria (IMD) de vehículos que circularon por el tramo riojano de la AP-68 bajó de enero a septiembre del pasado año casi un 6% con respecto al mismo periodo de tiempo del 2010. Mientras que la media de vehículos que circularon a diario en los nueve primeros meses del 2011 fue de 9.393; un año antes esta vía la atravesaban cada día 9.975 vehículos.

Un descenso al que contribuyó el elevado precio del peaje que este año también ha experimentado un alza incluso superior a la inflación. En concreto, la subida en La Rioja ronda el 3,4% y el tramo Bilbao-Logroño que costaba 13,20 euros hasta el 31 de diciembre del 2011, pasó a costar 13,65 euros el pasado día 1.

El descenso de tránsitos fue más significativo en el 2011, pero en el 2010 ya se registró una leve bajada (del 0,8%) en relación al 2009. La IMD, ratio que emplea el sector para medir el tráfico, arrojaba un resultado de 9.705 vehículos diarios hace dos años, frente a los 9.626 de los doce meses del 2009.

Pero por sí solo este dato no es concluyente ni desvela un descenso en el tráfico general en esta comunidad, incluso puede llevar a pensar que los riojanos han optado por acogerse a la gratuidad de la AP-68 en trayectos de ida y vuelta dentro de la región, siempre que se efectúe en un plazo inferior a 24 horas, o a la gratuidad total para todos los vehículos con entrada y salida en cualquiera de los peajes de Cenicero, Navarrete, Logroño y Agoncillo.

Ambas medidas de gratuidad, que exigen la utilización del sistema de telepeaje Vía-T, han experimentado una bajada. Desde el 2008, cuando se sitúa la génesis de la crisis, el número de beneficiarios ha ido creciendo paulatinamente año a año hasta alcanzar los 1.680.039 conductores que realizaban el trayecto ida y vuelta en el mismo día y los 750.783 que circulaban en el tramo Agoncillo-Cenicero.

A partir de entonces y teniendo en cuenta la comparativa interanual enero-noviembre del 2010 con el 2011, el descenso de tránsitos con Vía-T ha sido del 2,7%. Especialmente castigados salieron los trayectos de ida y vuelta dentro de la comunidad en 24 horas, en los que más ha incidido el descenso. En cualquier caso, el tramo Logroño-Calahorra, con el 29,81%, fue el más recorrido por los beneficiarios de esta última medida de gratuidad, seguido del Logroño-Haro (27,78%), Calahorra-Agoncillo (13,58%) y Calahorra-Lodosa (6,28%).

El coste de la gratuidad

Y ¿cuánto cuesta la gratuidad? Hasta el 30 de noviembre del 2011, el Gobierno de La Rioja había abonado a medias con el Ministerio de Fomento casi 5,5 millones de euros y un año antes, cerca de seis millones. Precisamente desde el 2010 esta región comparte gastos con el Ejecutivo central que se comprometió a colaborar con el 50% de la financiación de la gratuidad hasta que finalice la vigencia de la concesión de la AP-68 el 10 de noviembre del 2026, justo 46 años después de su apertura al tráfico.

La pérdida de vehículos por parte de la AP-68, no ha hecho que se incremente el tráfico en la N-232, una vía que recorre La Rioja a través del valle del Ebro a lo largo de 140,81 kilómetros y que el Gobierno regional confía en convertir en autovía, como así ha sido en territorio navarro y en parte del trazado que discurre por Aragón.

A falta de datos concluyentes del 2011, según los facilitados por el Ministerio que desde hace escasas semanas pilota Ana Pastor, la Intensidad Media Diaria de la N-232 en el 2010 aumentó en diferentes tramos de La Rioja, aunque lo hizo a costa de los vehículos pesados que siempre han representado una buena parte del tráfico rodado en esta carretera, una de las que más muertos por accidente acumula en esta región y en la que más puntos negros se suelen registrar.

En concreto, en el 2009 en el tramo Logroño-Agoncillo se registró una Intensidad Media Diaria de 15.120 vehículos, de los que el 25% eran pesados. Un año después, el mismo tramo arrojó una IMD de 15.395 tránsitos, un 1,8% más que el año anterior. Pero de esta subida, una gran parte se debió al incremento del tráfico pesado que representaba el 26,5% del total, frente al 25% que supuso en el 2009.

También es significativo el aumento del tránsito de vehículos pesados en la N-232 a su paso por Calahorra. En este tramo, hace dos años circulaban de media al día 10.255 vehículos y un año después lo hacían 10.662, de los que el 40% eran camiones. Otro de los datos aportados por Fomento es el relativo a la intensidad de circulatoria en la salida de Logroño dirección Zaragoza, donde en el 2010 se registró una IMD de 26.734 vehículos y de ellos el 20% eran pesados.

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