Cuentos de grandes dimensiones

Madres, padres, hoy es el día de pegarse al teléfono o al ordenador desde antes de las once de la mañana para conseguir las entradas más codiciadas: las del Festival de Marionetas, que en su vigésimo novena edición ofrece diez espectáculos, cinco en Logroño y uno en Haro, Arnedo, Santo Domingo de la Calzada, Fuenmayor y Alfaro. Si leen esto más tarde puede que ya sea inútil, pues se trata de uno de los ciclos de Cultural Rioja más esperados, cuyas localidades se agotan en pocas horas.

Esta vez, en el Bretón de Logroño no habrá marionetas propiamente dichas, sino teatro infantil. Abrirá el programa una revisión del clásico Pinocho (para niños a partir de 6 años), a cargo de la compañía Roseland Musical, «con una innovadora puesta en escena mediante la utilización de las últimas tecnologías de la imagen, que transporta las emociones y personajes de la obra original al momento actual y a nuestra vida cotidiana».

Le seguirán en Logroño: 'Clinc', un nuevo espectáculo de Pep Bou basado en sus inimitables pompas de jabón (a partir de 4 años); 'Antón y Simón, carteros de profesión', una obra que reivindica un oficio cada vez más en desuso (a partir de 5); '20.000 leguas de viaje submarino', basado en el clásico de aventuras de Julio Verne (a partir de 7); y 'Por unos pasitos de ná', una historia de integración contada a través de la danza flamenca y contemporánea (a partir de 3).

Marionetas, en sus muchas modalidades, podrán verse en Haro, con 'Amor de cuentos', historias de Lorca, fábulas y poemas de Bécquer, Machado, Alberti y Gloria Fuertes interpretadas con títeres (a partir de 6 años). En Arnedo, las marionetas representarán 'Guyi Guyi', adaptación libre de 'El patito feo'. En Santo Domingo habrá sombras chinescas para contar una historia de misterio, 'A media luz' (a partir de 7 años). Y en Fuenmayor, títeres de guante en la aventura 'El último caballero' (a partir de 4 años).

Por último, en Alfaro, la compañía riojana Des Clos pondrá en escena 'Miiedo', un espectáculo (a partir de 4 años) en el que un actor con muy pocos recursos escénicos pero con mucho talento pone a funcionar la fantasía del público.

Así es el teatro a los ojos de los niños, una caja mágica con muñecos de todo tipo, de trapo o de carne y hueso, que cuentan historias maravillosas en grandes dimensiones.