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Novelle agarra a Garabaya. Abajo, Gurutz tapa huecos ante Ortigosa. :: G.S.
Más nervios y ansiedad que juego en el Torrevieja-Naturhouse (32-32)
BALONMANO

Más nervios y ansiedad que juego en el Torrevieja-Naturhouse (32-32)

Pese a merecer el triunfo a lo largo de los 60 minutos, los franjivino no pudieron corregir errores en el ataque El Naturhouse empata con el Torrevieja, que incluso pudo ganar el encuentro en el último suspiro

MARTÍN SCHMITT

Domingo, 25 de septiembre 2011, 14:33

Jornada 03 (24-09-2011)

Partido jugado en el pabellón Cecilio Gallego ante unas 500 personas.

Árbitros: Antonio Martín y Agatha Gracia.

Torrevieja: Jorge (45'), Ortigosa (51'), Eloy (41'), Castro (49' y 53'), Vidal (9'), Chernov (12') y Rasic (15' y 23').

Naturhouse: Víctor Hugo López (28'), Garabaya (59'), Curuvija (37') y Ales Silva (24' y 32').

Jorge Martínez Los porteros estuvieron bien (32% de efectividad) y Jorge fue fundamental.

Nikola Prce Gran primer tiempo, con siete goles. Luego cometió algún error.

Un empate puede celebrarse o padecerse. Ayer, en Torrevieja, el Naturhouse se marchó del pabellón Cecilio Gallego degustando amargamente ambas sensaciones en su paladar. Porque si bien mereció el triunfo por ser superior al conjunto de Manolo Laguna, acabó festejando el empate, cuando en el último minuto del encuentro, un mal pase de Marko Curuvija, con el marcador 32-32, terminó en manos de un jugador alicantino que frenó el partido a ocho segundos de la bocina, con la mopa deteniendo el reloj. Pero el balón de Rochel, de irregular tarea, acabó dando en el travesaño, después de que Jorge rozara el balón picado del central torrevejense.

Eso dio motivos a una tímida celebración franjivina en un partido de ida y vuelta, no apto para gente con problemas en el corazón y que pudo haber sido para cualquiera de los dos. Pero no fue para ninguno.

Sobre todo por los errores del Naturhouse, que parece no terminar de lustrarse de cara a la competición. Y esos fallos fueron, esta vez, la pérdida de balones y no apuntillar al rival en el momento oportuno, como en las superioridades (hubo nueve exclusiones en el Torrevieja contra cinco franjivinas). Y pese a mejorar en el lanzamiento a puerta -un 74 por ciento de efectividad contra un 60% del cuadro alicantino-, los jugadores del Ciudad de Logroño volvieron a fallar en los tiros más fáciles. Y en los momentos menos oportunos, como un penalti de Curuvija que se fue fuera en el minuto 49, con 27-27 en el luminoso y con el Torrevieja con uno menos.

Pero si se analiza la situación global, el empate fue merecido en un partido extremadamente igualado en el que ninguno se sacó más de dos goles de diferencia. Y pese a que el Naturhouse desde el principio comandó psicológicamente el marcador, nunca pudo marcar la diferencia. Comenzó Nikola Prce muy fino, con cinco goles en siete lanzamientos. Pero Laguna le colocó un defensa mixta y el croata desapareció. Jota González le dio más minutos a Sasha Tioumentsev, pero no desequilibró.

Sin respiro

En defensa, el exfranjivino Pepe Novelle fue una pesadilla, al igual que el lateral izquierdo Rodrigo Salinas. Jota González ya venía advertido. Los azules ralentizan el juego hasta el hartazgo y a la mínima posibilidad, rompen la barrera, que fue lo que ambos laterales, ayudados por el errático Abraham Rochel, aprovecharon para tener nivelado el encuentro hasta el último suspiro.

Porque no hubo tiempo para respirar. Ambos equipos buscaron la victoria durante los sesenta minutos de partido, dejándose la piel en cada jugada. Ambos sabían de la necesidad de marcharse del pabellón, que aunque pequeño muy ruidoso, con algo en los bolsillos. Es que el Naturhouse debe jugar en tres días contra el otro 'gigante' de la Asobal, el Atlético de Madrid, y luego recibir al Anaitasuna en el Palacio de los Deportes. Y si el equipo llegaba con las manos vacías a la quinta jornada otros vientos hubiesen soplado.

Desde esa perspectiva el punto sumado ayer en Torrevieja puede ser positivo, aunque los de Jota González fueron superiores en el juego, con un Jorge Martínez que está siendo bastante decisivo en las dos últimas jornadas, pese a la derrota con el Ademar. El asturiano, que ayer reemplazó a un también buen Gurutz Aginagalde, detuvo el cuarenta por ciento de los lanzamientos.

Así que con una sobria seguridad bajo los tres palos, el Naturhouse está obligado a mejorar en el ataque, sí o sí, donde no termina de explotar pese a su gran potencial. Debe pulir esos aspectos para ser decisivos en los momentos oportunos, en esos detalles que te dan una victoria y que ayer no aparecieron por Torrevieja. Al Ciudad de Logroño ayer se le escapó el triunfo pero terminó celebrando un empate que no es más que un caramelo agridulce.

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