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CARMEN NEVOT cnevot@diariolarioja.com
Martes, 20 de septiembre 2011, 12:57
Desde mayo de 1989, año en el que se creó el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (hasta entonces la Comunidad dependía de la Audiencia territorial de Burgos), el 2010 ha sido el único ejercicio judicial que ha cerrado con un descenso en el número de asuntos que ingresan en los juzgados. Un hito que el presidente del TSJR, Ignacio Espinosa, calificó de «histórico» y lo hizo durante el acto de apertura del nuevo año judicial, que arranca marcado por ser también el primero en el que desde sus inicios las competencias en materia de Justicia están en manos del Gobierno regional.
Espinosa no eludió este hecho y pidió «valentía» al jefe del Ejecutivo riojano, Pedro Sanz, para que, «pese a que la crisis económica nos devora», se vuelque con la administración de Justicia y apueste por la nueva oficina judicial y por la tutela de los derechos de los ciudadanos «partiendo de una premisa: no hay inversión más social y rentable que la que se efectúa en Justicia», dijo.
Tras recordar que la crisis económica ha sido el detonante por el que comunidades como Murcia y Castilla-La Mancha han rechazado a última hora el traspaso de las competencias e incluso algunas como Madrid se plantean su devolución al Gobierno central, se metió de lleno en harina para reiterar su petición de un cuarto juzgado de instrucción para Logroño. Una demanda a la que este año suma la del Penal número 3 para La Rioja que, aunque con sede en Logroño, tendría carácter autonómico.
Espinosa justificó esta petición en el aumento del volumen de trabajo de los dos juzgados de lo penal actuales que «sobrepasan con creces» el módulo de entrada, es decir, el baremo por el que se rigen para determinar cuál es el número óptimo de asuntos que debe tramitar un juzgado. Además, reclamó un aumento de la plantilla en los decanatos de Logroño, Calahorra y Haro, así como en los dos juzgados de lo penal hasta la creación del tercero.
Espinosa retomó el capítulo de los datos y recordó que el descenso histórico del número de asuntos que tramitó la Justicia riojana en el 2010 se situó en un 2,2%, un porcentaje muy similar al del conjunto del país y que la semana pasada ya desveló el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar.
En materia penal, el número de asuntos tramitados en los juzgados en el 2010 con respecto a los vistos en el 2009 descendió el 5%, mientras que, por ejemplo, del 2008 al 2009 crecieron un 33,7%. En la jurisdicción civil, el descenso fue del 4%, frente al 44,4% de aumento del año anterior, y, en materia social, la bajada fue del 19%, que contrasta con la subida del 40% en el 2009. La excepción se produjo en lo Contencioso Administrativo, donde se produjo un incremento del 20% en el volumen de asuntos frente al descenso del 0,43% del año anterior.
Otro hito «histórico», según destacó Espinosa, es que también por primera vez los juzgados de La Rioja lograron resolver en el 2010 más asuntos de los que ingresaron con lo que «hemos logrado reducir la tasa de dependencia». Por ello, felicitó a los jueces, magistrados, secretarios y al resto del personal «por tal logro, que pone de manifiesto el encomiable esfuerzo que todos y cada uno de ellos ha desplegado».
En el acto de apertura del año judicial -al que asistió el vocal delegado en La Rioja del Consejo General del Poder Judicial, Antonio Monserrat-, el Fiscal Superior de La Rioja, Enrique Stern, incidió también en el descenso en el número de procedimientos penales tramitados en esta región que se apoyan en el incremento de los juicios rápidos, es decir, «en una mejor utilización de los medios». En este sentido, dijo, «estamos a unos niveles excelentes de justicia rápida». De hecho, La Rioja ocupa el primer puesto en agilidad en administrar justicia en materia penal. «No hay nada más injusto que la justicia tardía», concluyó.
Stern, Fiscal Superior de La Rioja desde el pasado mes de marzo, también destacó la necesidad de medios, como el juzgado de instrucción número 4, que «debería venir acompañado de al menos uno o dos fiscales». Reclamó una plantilla de fiscales en Calahorra que, con tres juzgados, «ya tramita un volumen importante de asuntos».
Finalmente, hizo un guiño a la Administración autonómica, que «está siendo muy asequible para nosotros», de ahí que confió en que el Palacio de Justicia sea pronto una realidad. No obstante eludió hablar de plazos porque «cuando termine todo el mundo dirá si es bonito o no y no cuánto tiempo han tardado».
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