

Secciones
Servicios
Destacamos
J. SAINZ
Sábado, 27 de agosto 2011, 02:53
El Mazacote empezó siendo de barro, un rudo medallón de arcilla que se concedía a los colaboradores y participantes en la exposición que en 1979 comenzó organizando en Alberite el pintor local Emilio García Moreda. Con aquella pesada e incómoda torta colgada al cuello, los artistas se burlaban de los premios de relumbrón existentes en la época. Pero la risa se les quebró en 1983 con la muerte repentina del maestro. En su honor, la exposición siguió adelante y años después, hace quince, sus amigos, paisanos y colegas crearon el singular galardón con el mismo nombre, pero de un material más noble. Desde entonces el Mazacote de Oro viene reconociendo la trayectoria de artistas riojanos como el propio García Moreda, al que le fue concedido a título póstumo en su primera edición, Vicente Ochoa, Dalmati, Infante o Navaridas... algunos de nuestros grandes de las últimas décadas.
Pero el Mazacote es ante todo un premio cargado de amistad, destinado a no permitir que los artistas queden en el olvido. Justo lo que reclama Carlos López Garrido, que lo recibe hoy (en un acto programado a las 21 horas en el colegio de Alberite). Pintor consolidado en esta tierra, cuyo prestigio crece también fuera de ella, López Garrido (Logroño, 1968) pertenece a una generación de creadores a caballo entre dos siglos que han optado por mantener viva la pintura cuando las tendencias invitan más a experimentar con las nuevas tecnologías. Sus paisajes, naturales o urbanos, exteriores o interiores, habitan siempre en una atmósfera inquietante. Difícil de olvidar.
-Un orgullo unir su nombre al de premiados anteriores, ¿no?
-Hay nombres muy importantes, sí, y algunos muy queridos para mí, como Deme Navaridas, que fue mi primer maestro.
-¿Cómo interpreta que premien su trayectoria siendo todavía un artista joven?
-Con mucha ilusión, más, si cabe, precisamente por eso, porque es un reconocimiento al conjunto de mi trayectoria, aunque no sea excesivamente larga. Te anima a pensar que has hecho las cosas bien.
-¿Cómo valora usted mismo esa trayectoria? ¿Van las cosas por donde las imaginó?
-Quiero pensar que aún no estoy ni a la mitad de camino y un premio así siempre es un acicate para hacerlo igual o mejor en el futuro. Estoy satisfecho hasta cierto punto de mi carrera, pero siempre soy crítico conmigo mismo y, de hecho, siempre estoy experimentando y buscando nuevos caminos.
-El momento actual -y ya va una temporada larga- es muy complicado, también para el arte.
-Para todos: artistas, galerías museos... Comprar arte ahora puede parecer un capricho innecesario, pero nosotros no podemos dejar de trabajar por la crisis, que es una palabra que no me gusta ni pronunciar.
-Usted ha buscado alternativas a su oficio. ¿Le afecta a la hora de pintar?
-He tenido que dedicar tiempo y esfuerzo a talleres, cursos, simposios... Es cierto, pero siempre cosas relacionadas con el arte y cosas que te enriquecen personalmente.
-¿Es la falta de interés del público lo más desalentador?
-Sí es desalentador. La creatividad por nuestra parte permanece intacta, pero cuando no encuentras respuesta a una exposición te desanimas.
-Recibir el Mazacote es una buena oportunidad para lanzar algún mensaje en ese sentido.
-Precisamente eso, que no se olviden de los artistas.
-La vida sigue. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-Una feria en Oviedo y una exposición en Asturias este otoño... Y algún otro proyecto por ahí.
-¿En La Rioja?
-En La Rioja nada.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Proyectos que encallaron en el Ebro
Javier Campos
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.