«Además de obsceno, sería un fraude electoral que Aldama vaya a Madrid»

Siempre ha estado latente, pero ha sido desde octubre cuando Izquierda Socialista ha reactivado su voz. La corriente interna del PSOE que en La Rioja coordina José Ignacio Cifrián con el histórico José María Buzarra como vocal de Organización, demanda una regeneración interna que incluye, como primer gesto, permitir que la militancia participe «de verdad» en la confección de las candidaturas al Congreso y el Senado. Una medida por la cual nuevas caras releven a los actuales parlamentarios nacionales por corresponsables del «gran susto» sufrido por el PSOE el 22-M.

-¿Qué es y quién forma Izquierda Socialista?

- Somos la única corriente oficial a nivel federal, conformada aquí por 40 de los casi 1.500 militantes riojanos. Nos situamos en la parte más socialista de la formación frente al socioliberalismo que ha marcado buena parte de las decisiones del Gobierno central. Desde otoño, IS se ha reflotado con el triple objetivo de formar, captar y responder a todo aquello que consideramos inapropiado tanto por parte del PP como por el PSOE.

-Sus planteamientos incluyen la necesidad de que Pérez Sáenz no repita en el Senado ni Luena ni Elías opten otra vez al Congreso.

-Nadie en la calle entendería que los que estos años en Madrid han mantenido una actitud silente o complaciente como meros bustos parlantes del discurso oficial volvieran a la lista cuando lo que se demanda es una regeneración. ¿Alguien les ha visto repartiendo octavillas o implicados con la gente? El partido debe abrirse. Somos muchos los compañeros que pagamos la cuota y tenemos derecho a participar en la elección de candidatos y superar esa etapa en que las listas se hacían en torno a una mesa camilla según ciertos intereses.

-Hay quien ya da por hecho que Francisco Martínez Aldama estará en esas listas en las próximas elecciones generales.

-Ese runrún está en boca de muchos, pero entiendo que además de obsceno sería un fraude electoral que Aldama vaya a Madrid. Por un lado, él ha sido quien ha dirigido derrota tras derrota al partido en su peor etapa y, por otro, una vez que tomó posesión del acta en el Parlamento riojano su obligación es cumplir el compromiso con los miles de votantes que le respaldaron.

-¿No sirve ese mismo argumento para Tomás Santos, que renunció nada más conocer el resultado electoral?

-La del 22-M era la noche de la ética de la política y Tomás fue coherente al no conseguir la meta fijada. Como mínimo, Aldama debería haber puesto entonces su cargo a disposición del partido, pero una vez que no lo hizo y decidió recoger su acta, su obligación es seguir.

-¿Y la hoja de ruta que se proclama para atravesar esta etapa?

-¿Qué hoja de ruta? ¿Usted la ha visto? Pues yo tampoco. Una vez que echaron abajo nuestra propuesta de un congreso extraordinario, el aparato en La Rioja se amarra a lo que dice Madrid ganando tiempo no en favor del partido, sino para permitir la proyección de algunos.

-El Comité Regional de junio parecía la ocasión de plantear todo ello y, sin embargo, el 98% ratificó a Aldama hasta el congreso regional. El propio Sufrategui le dio «un cheque en blanco».

-Es mentira, porque no hubo una propuesta leída como tal. No existió votación en sí, sino que como último punto y de viva voz se habló de aprobar esa hoja de ruta federal hasta ver qué pasaba. Sobre Sufrategui, que no pertenece a IS, pregúntele usted por qué lo hizo.

-¿Y ahora? ¿Qué propone IS?

-Que se genere una plataforma nueva capaz de alumbrar un cambio real. Que los políticos dejen de ser un problema y pasen por la empresa privada o las filas del INEM antes de dirigir el partido.