La esperanza y el desencanto también votan

Cesáreo Moreno y Martín Morras hacen un alto en su paseo matutino. A sus 88 y sus 65 años, respectivamente, los dos amigos comparten la sana costumbre de andar y andar sin reloj ni rumbo fijo. Hoy sus pasos les han llevado al campus de Logroño, donde desde un banco justo enfrente de la residencia universitaria 'La Ribera' dejan pasar la mañana sin nada mejor que hacer viendo el trasiego académico de un mes de mayo más.

Rebeca Merino, David Peso e Ignacio Najarro son tres de los estudiantes que a diario acuden a la Universidad de La Rioja que ahora centra la atención de los dos jubilados. Alumnos de Ingeniería Técnica Agrícola, Ingeniería Técnica Informática y Administración y Dirección de Empresas acuden al encuentro para hablar del 22-M y buscar puntos en común.

Juntos hablan para Diario LA RIOJA sobre la convocatoria electoral que se avecina dejando claro que la crisis no hace distinciones, que hoy lo inunda todo y que preocupa a todas las generaciones por igual... Pese a ello, mayores, ya resignados, y jóvenes, a punto de hacerlo, miran las próximas municipales y autonómicas con distintos ojos: unos creen que «esto no hay quien lo arregle» y otros se resisten a creérselo.

«Esto no tiene arreglo...», sentencia pesimista Cesáreo, «...pero por ningún sitio», añade Martín garrota en mano. «Pero digo yo que se arreglará aunque sea por la juventud», parece responder el primero. ¿Pero votarán?, pregunta el periodista. «Sí», responden los dos al unísono. «Bueno, yo ya no», rectifica Martín tras pensárselo unos segundos. «Da igual a quien votes porque hacen lo que les da la gana», intenta excusarse. «Eso desde luego», le apoya Cesáreo.

Martín y Cesáreo comparten un desencanto al que Rebeca, David e Ignacio aún se resisten... Es más, no les queda otra que abandonarse pero a la esperanza. La joven, a sus 21 años, pese a reconocer que no le da mucha importancia a la política, entiende que igual las elecciones son el punto de inflexión que se necesita. «Lo que me preocupa es la falta de trabajo y como a mí creo que a todos; así que, independientemente de ideologías, creo que apostaré por el que me aporte algo en ese sentido...». «Un futuro», acierta a decir Ignacio, quien al igual que David cuenta con 18 años y votará por primera vez.

Tanto ella como ellos tienen claro que lo que no conduce a ningún lado es quedarse con los brazos cruzados. Justo en el momento de tirar la foto irrumpe en escena José María Rodríguez, otro jubilado sin más ocupación que pasear a sus dos perros, por lo que decide sumarse. «¿Que cómo veo la cosa? Que salga otra vez elegido el que está», sentencia. ¿Tomás Santos o Pedro Sanz?, pregunta de nuevo el periodista. «Zapatero, coño», vocifera mientras ladran los perros.