El inspector jefe denunció al padre por una agresión que no existió

El inspector jefe de Educación denunció al padre del niño víctima del acoso por una supuesta falta de malos tratos contra dos compañeros del menor, pero el Juzgado absolvió al progenitor, ya que ni el fiscal y ni siquiera los padres de los dos menores presuntamente agredidos pidieron condena alguna para el guardia civil.

En este sentido, según el relato de este último, el 31 de enero del año 2010 se habría encontrado por la calle con dos compañeros de colegio de su hijo y los habría levantado y lanzado contra una pared. El agente aportó sin embargo en el juicio un informe laboral en el que señalaba que estaba trabajando el día y la hora en que supuestamente sucedieron los hechos y lo más curioso es que los padres de los dos menores no quisieron ratificar denuncia alguna ante la juez : «Lo que quería el inspector -explica el padre-, que curiosamente firma él la denuncia sin tener competencia en lugar de los niños, era coaccionarme y hacerme desistir de mi batalla por el caso de acoso».

El padre del menor, después de que su hijo empezase a hablar de suicidio con el psiquiatra, hizo público en Diario LA RIOJA en marzo del 2010 el supuesto acoso que estaba sufriendo el chaval en el Instituto Tomás Mingot al no encontrar apoyo alguno entre los inspectores de Educación. Se preguntaba entonces si era necesario otro caso como el de Jokin [el niño que se suicidó en Fuenterrabía tras sufrir acoso escolar] para que la Consejería de Educación actuara.

El niño, que en la actualidad tiene 13 años, continúa hoy en el Tomás Mingot y «está bien». «Los inspectores nunca reconocieron ni el acoso ni las altas capacidades de mi hijo, cuando ahora está en la Asociación Riojana para Niños de Altas Capacidades, y, en cuanto al 'bullying', es algo que resolveremos en los tribunales».

El menor presunta víctima del acoso fue expulsado del centro durante 3 días, en febrero del año pasado, según el padre, «por defenderse de una agresión». «Mi hijo -continúa- se defendió de un 'juego' de varios compañeros que le estaban pegando y dio un golpe a un chaval por el que fue sancionado». La expulsión ha sido recurrida ante los tribunales. «Mi mujer aún está en tratamiento psicológico y pediremos el reconocimiento del 'bullying' y daños y perjuicios por funcionamiento anormal de la administración».