En casa del herrero...

El hasta hace unos días responsable de comunicación e imagen de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, José Antonio León, ha denunciado la «paradójica e incomprensible» decisión del sindicato de prescindir de sus servicios como liberado después de ocho años ejerciendo como tal, primero en el área de Salud llegando a ser secretario de la sección sindical del San Millán, luego en calidad de secretario de Organización y Administración de FSP y en los últimos tiempos como encargado de información y redes sociales.

El afectado, que ha hecho saber internamente su situación al resto de compañeros y prevé dirigirse tanto a la Secretaría Federal de Igualdad como a la del PSOE e incluso llegar a la Comisión de Garantías, sostiene que la razón para «echarle» sólo a él es el hecho de haberse acogido a la baja por maternidad cedida por su mujer «como hacen sólo un 2% de españoles». Un extremo que el secretario de Acción Sindical, Juan José Bárcenas, niega taxativamente, aduciendo la rebaja de horas sindicales y la minoración de recursos derivados de la menor representatividad como motivo para prescindir de los servicios no sólo de éste, sino de otros cuatro liberados.

León sostiene que su estatus en la central varió a partir de nacer su hija a finales de diciembre. Tras disfrutar del pertinente permiso de paternidad de 15 días y reincorporarse a su puesto en la federación el 10 de enero, comunicó a sus superiores la intención de acogerse a la baja de maternidad cedida por su pareja -ella es autónoma y él, enfermero en Neonatos- y volver a su despacho el 12 de abril. Según explica, ya entonces se le sugirió retrasar esta posibilidad ante la cercanía de las elecciones sindicales, pero León declinó hacerlo dadas sus circunstancias personales, aunque planteó colaborar puntualmente o desde su domicilio. «Así quedó la cosa, hasta que el 22 de marzo, sin más ni más y sin haberse interesado por mí antes, me citan en el sindicato, donde me comunican que ya no hace falta que me reincorpore porque las elecciones habían ido muy mal y no hay horas», asegura recordando que, efectivamente, FSP pasó en estos comicios de 7 a 3 delegados.

«He sido secretario de Organización y sé perfectamente que el argumento de que no hay crédito sindical no es excusa», afirma León, quien censura que el propio sindicato que aboga por la conciliación de la vida familiar y laboral «trunque» ahora la suya. «En cualquier empresa privada el caso sería un escándalo», opina, para subrayar cómo él mismo ha defendido durante años a trabajadores que se hallaban en una situación similar y que no puede ser ahora «el chivo expiatorio» del «batacazo» de FSP. «No voy contra UGT; sólo quiero que esto no la sufra nadie más», aclara.