PR y Revuelta rompen sin sellar su alianza

No hubo fumata blanca. El Partido Riojano y Ciudadanos de Logroño concluyeron ayer tarde las conversaciones que iniciaron hace una semana sin acuerdo para formar una coalición electoral en la capital riojana. Ambos partidos lo intentaron el fin de semana y durante buena parte del día de ayer, pero dificultades «insalvables» impidieron que finalmente cuajara la propuesta para presentarse conjuntamente a los comicios locales del 22-M, afirmaron ayer los líderes de ambas formaciones políticas.

Miguel González de Legarra y Julio Revuelta, que comparecieron por separado ante los medios de comunicación anticipando el desenlace de la negociación, no fueron muy explícitos a la hora de explicar el motivo del desencuentro, aunque ambos apuntaron a «las dificultades de engranar ambas estructuras en una coalición» como el aspecto más complicado y el que finalmente hizo encallar la alianza que pretendían.

Ninguno de los dos quiso entrar en detalles, pero se pudo leer entre líneas que las desavenencias tuvieron que ver con la forma de articular una coalición y repartir las responsabilidades tanto en la campaña como en el escenario que se abra después las elecciones. «El PR es un partido de treinta años y eso implica que tiene una estructura determinada y una forma de tomar decisiones y de concebir la política municipal y autonómica», señaló Legarra antes de añadir que esa concepción «puede ser una forma particular que en estos momentos pensábamos que chocaba con la de un partido político recién nacido y sin estructura todavía, aunque con unos tics que proceden del origen que tiene el partido», en referencia a la antigua militancia de Revuelta en el PP.

El exalcalde no fue mucho más claro que el regionalista y aludió igualmente a «estructuras distintas» entre los partidos para explicar la falta de entendimiento. «Una coalición no debe ser algo sólo pensado para una coyuntura electoral sino que debe tener unos determinados compromisos», apuntó también Revuelta, aludiendo a la articulación de los grupos políticos en el Ayuntamiento una vez pasadas las elecciones. En esta misma línea, argumentó que Ciudadanos «no puede estar sacrificado de ninguna manera a ninguna cuestión de estrategia electoral pura y dura». «Nosotros -agregó- lo que más queremos es preservar la esencia con la que nacemos, una esencia de libertad absoluta, de diálogo con todo el mundo y los ciudadanos deben poder opinar sobre ello».

El viaje a ninguna parte protagonizado por los dos partidos les devuelve ahora al escenario del que habían partido. De hecho, el consejo ejecutivo del PR volvió ayer mismo a depositar en Ángel Varea su confianza para encabezar un cartel en el que podría no repetir con Miguel Gómez Ijalba. Ciudadanos de Logroño deberá olvidarse de acudir a las elecciones apoyado en el colchón del PR e idear una campaña austera y original si finalmente se presenta. Ninguno de los dos descarta retomar el diálogo si fuera necesario tras las elecciones.