El Naturhouse ya está concentrado en el compromiso de mañana en Zaragoza

Se notaba en el ambiente que la amplia victoria del miércoles había dejado una huella de sosiego en la plantilla del Naturhouse. Fluía el trabajo a espuertas después de más de dos horas de ensayos y el buen humor reinaba en el seno de un equipo que ya estaba preparando la táctica para emplear mañana contra el CAI en Zaragoza.

Una jornada plácida de trabajo y balsámica para los jugadores tocados. No hubo daños colaterales tras el partido contra el Toledo pues, salvo Marc Amargant, todos trabajaron en la pista con mayor o menor intensidad. El triunfo ha servido también para borrar la huella del dolor tras un partido.

Jota rezumaba buen rollo con sus jugadores. Hubo bromas y el sentido de la moderación en la exigencia estaba más atemperado por el triunfo. «Todo ha ido bien», citó el técnico del equipo. Sasha no presenta problemas severos; Dujshebaev trabaja a otro compás, Kojic prosigue con su lenta evolución tras la fijación de los huesos de su rostro y Amargant, a falta de poder pisar, insistió en abdominales y lanzamientos desde una silla. Nada nuevo en este sentido.

Jota reconoció que ante el Toledo fue «conservador» al afirmar que «si hubiera sabido el desarrollo del partido hubiera dado entrada a Filip Kallman. Creo que hay que ir dándole paso en partidos cómodos y que no fue bueno meterle en Valladolid con el partido ya perdido y con alta dosis de responsabilidad, pero no esperaba un partido así y aposté por Sasha», declaró Jota.