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A la izquierda, un perro juega en el área de esparcimiento del parque de los Enamorados; a la derecha, asistentes a la concentración de El Espolón. :: J.H-M.H.
Ladridos de satisfacción (o no)
LOGROÑO

Ladridos de satisfacción (o no)

Los propietarios de perros reconocen la importancia del primer centro de esparcimiento canino, pero piden más

LUIS J. RUIZ

Lunes, 21 de febrero 2011, 11:04

Xena, Nala y Roco estaban de enhorabuena en la mañana de ayer. Ellos fueron unos de los primeros en estrenar las remozadas instalaciones del logroñés parque de los Enamorados. Aunque les hubiera gustado participar en la degustación, tenían otros planes. Tampoco disfrutaron de los equipos de gimnasia o del adoquinado paseo que vertebra el renovado espacio forestal. Es lo que tiene ser un mastín con malamute, un pitbull y un perro de aguas, que al final lo que les tira es la zona de esparcimiento canino, los 1.800 metros cuadrados en los que correr, jugar con los amigos y hacer... cosas de perros.

Al otro lado de la correa, sus amos también se mostraban, mayoritariamente, satisfechos. Tanto que en un rápido análisis de los rostros de unos y otros era complicado saber si mascota o humano acumulaban mayor grado de felicidad cuando el primero corría en libertad y el segundo le seguía con la mirada. Eso sí, a la hora de hablar, fueron mucho más expresivos los segundos.

Por ejemplo, Lourdes. Mientras las dimensiones de Nala, su mastín con malamute, llamaban la atención de la casi veintena de propietarios reunidos en la zona, ella apuntaba que «ya era hora de que hubiera un lugar para poder soltar a los perros y que puedan correr en libertad. Antes no me atrevía a soltarlo pero aquí, con esto cerrado, es seguro y te aporta tranquilidad». Como Lourdes, Elena y su pitbull transmitían satisfacción. Mientras su cachorro trataba, sin demasiado éxito, de correr más que los demás, ella corroboraba que «lo normal es que no lo puedas soltar por ahí y menos siendo un pitbull... Aquí se puede».

Aunque mayoritarios, no todo fueron elogios. La siempre necesaria versión crítica fue la que aportó y argumentó Raúl, que ayer se acercó con Roco, un gracioso perro de aguas español: «Como mínimo tendría que existir una zona similar a ésta en todos los parques», y justificaba su petición indicando que «si están censados en Logroño 10.000 perros, 1.800 metros son pocos».

Concentración en El Espolón

Apenas una hora después de la inauguración de la fiesta del parque de los Enamorados, en el corazón de Logroño, en el paseo de El Espolón, se concentraron más de un centenar de propietarios de mascotas para exigir más espacios en los que poder soltar a sus animales, denunciar la «persecución» a que se sienten sometidos por parte de educadores medioambientales y policía y exigir que sus peticiones reciban una respuesta adecuada.

Uno de los asistentes fue Diego Viana, un joven que apuntaba que, cuando pasea a su animal, «no sabes a quien hacer caso. Cada controlador te dice una cosa, que lo puedes soltar, que no puedes.». Igual de contundente fue Elisa Uzabal, quien además de criticar que el área del parque de los Enamorados «es inhabitable para los perros», cree que más que perseguidos están «acosados».

Desde Animales Rioja, además de sumarse a esas peticiones, solicitaron «mayor control en la nueva perrera municipal, una línea de autobús urbano para poder acceder a esa instalación y más información sobre qué va a pasar con los perros que están en la actual perrera». Muchas demandas.

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