La afición, de menos a más

Y Europa volvió ayer al Palacio de los Deportes y la afición la recibió con ganas. Unos 1.800 espectadores quisieron seguir las evoluciones del Naturhouse y acabaron muy satisfechos por el resultado logrado por los riojanos.

En cuanto a su comportamiento, los ánimos fueron de menos a más. El inicio resultó algo frío, principalmente porque muchos de los espectadores todavía no habían ocupado su puesto en la grada. De hecho, unos treinta aficionados húngaros situados detrás de una de las porterías se dejaban oír más que con sus trompetillas que el resto de los seguidores presentes en el Palacio.

Sin embargo, con el paso de los minutos, y conforme los riojanos fueron llegando a sus asientos (al igual que los goles al tanteador local), los logroñeses le fueron ganando la partida a los visitantes. Los ánimos se encendieron y las acciones de mérito locales eran celebradas cada vez con más fervor, aunque, sin lugar a dudas, las mayores ovaciones de la tarde se las llevó un colosal Gurutz Aguinagalde, que con sus paradas incluso hizo ponerse en pie a algunos de los aficionados.

Los últimos minutos del duelo se vivieron con cierta tranquilidad en la grada. Una calma que se rompió con el final del encuentro. En ese momento, los aplausos aparecieron con fuerza para despedir a un equipo que había dado una demostración de superioridad sobre la cancha del Palacio.