El 'CSI' de la siniestralidad

Como si de Gill Grissom, de la serie de televisión CSI, se tratara, el Gobierno de La Rioja cuenta con un servicio básico para mejorar sus políticas activas de prevención de riesgos laborales. Se trata de la investigación de accidentes con el único objetivo de conocer mejor lo que ha sucedido y adoptar las medidas necesarias para evitar que se vuelvan a producir.

Este grupo de investigadores desarrollan su labor basándose en tres ejes fundamentales. En primer lugar, la recogida de información. En esta fase, los expertos que facultan este servicio trabajan con unas recomendaciones perfectamente definidas en un manual. Parte de la premisa de que no buscan responsabilidades, aceptan solamente hechos probados, evitan cualquier tipo de juicio de valor, realizan la investigación lo más inmediatamente posible al acontecimiento, preguntan a distintas personas que puedan aportar datos, reconstruyen el accidente 'in situ' y analizan todos los aspectos que hayan podido influir en el mismo.

La segunda etapa es la determinación de las causas. Se trata de analizar los hechos con el fin de obtener las causas del accidente, como respuesta a la pregunta ¿qué sucedió? .

En su metodología de trabajo destaca no dar nada por supuesto, aceptar como causa sólo los motivos demostrados, y se analizan todas las fases del accidente para determinar las distintas causas.

Finalmente, llega la etapa del establecimiento de medidas. Una vez se conocen las causas reales del accidente se ponen las herramientas necesarias para que éste no se vuelva a producir en beneficio de los trabajadores y también de la empresa.

Los inspectores de este servicio comprobarán si se han materializado estos cambios conforma al estudio elaborado por este 'CSI' de la siniestralidad.