«¿Y qué nos queda para aparcar?»

A falta de su tramitación en la Junta de Gobierno Local para su salida a concurso y más que probable adjudicación a la ONCE, la decisión del Ayuntamiento de Logroño de que finalmente sea la Organización Nacional de Ciegos Españoles la que ocupe la parcela dotacional que hacía las funciones de parking público entre las calles Chile y Pintor Rosales ya ha provocado las airadas protestas de quienes hacían uso del mismo desde hace casi una década.

Vecinos, comerciantes y trabajadores del entorno cuestionan el paso a dar por el equipo de Gobierno de PSOE y PR aludiendo a los problemas de aparcamiento existentes en una zona que, por otro lado, cuenta con otras parcelas dotacionales que consideran más idónea y cuya ocupación resultaría menos perjudicial tanto para quienes viven en el barrio, próximo a San Adrián, como a quienes desde otras partes de la ciudad se desplazan a diario por distintos motivos.

El Ayuntamiento, consciente de la preocupación vecinal, salía ayer al paso de los rumores informando de que la parcela dotacional pública que saldrá a concurso y por la que se ha interesado la ONCE dejará libre más de la mitad del actual aparcamiento.

El caso es que la sorpresa tras la información publicada por Diario LA RIOJA ha sido mayúscula entre el vecindario, sobre todo teniendo en cuenta de que la parcela en cuestión, después de años de abandono y otros tantos aprovechada como aparcamiento, ya había sonado para acoger un hogar de ancianos o residencia de la tercera edad. «Lo de la llegada de la nueva sede de la ONCE ha sido inesperado... Los que más tiempo llevamos en el barrio esperábamos una dotación pura como, por ejemplo, una ludoteca», explican Sole y Marcos, un matrimonio con casi dos décadas de residencia en Pintor Rosales.

¿De 400 a 200 plazas?

«¿Y qué nos queda para aparcar?», es la pregunta más repetida por los numerosos usuarios que, casi a diario, ocupan prácticamente las alrededor de 400 plazas delimitadas con que cuenta el solar. «Habrá que irse al aparcamiento de los antiguos Golem, anexos a los cines, o al del mismísimo ex recinto ferial, entre el parque San Adrián y la circunvalación de Logroño», responde Mónica, quien trabaja en la zona y duda de si el proyecto de nueva sede de la ONCE va a ocupar o no la totalidad de los casi 8.000 metros cuadrados.

El concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Gómez Ijalba, aclaraba ayer que la segregación de la totalidad del solar hará compatibles la llegada de una asociación o entidad sin ánimo de lucro o interés social -con preferencia hacia el carácter asistencial de personas con discapacidad o enfermas y que sólo ocuparía un 40% de la misma- con el actual uso de aparcamiento. En cualquier caso, recordaba que, al igual que el de los Golem, se trata de parkings «provisionales» en suelo de uso dotacional «solo hasta que se les dé una ocupación definitiva».

«Otras motivaciones»

«Nadie duda del gran servicio que presta este aparcamiento en una zona que carece de parkings públicos... Y lo digo porque vengo observando que de un tiempo a esta parte hay determinadas horas del día en las que es imposible encontrar plaza», señala Rafael, usuario del de Chile desde hace un lustro pero quien, sin embargo, asegura entender las razones urbanísticas de reubicar la sede de los ciegos riojanos en la parcela.

Los usuarios, pese a las explicaciones municipales, miran con recelo acontecimientos futuros. Toca esperar.